Nuestra querida Sinfónica
por Federico Gidoni
El 1 de octubre se cumplieron 70 años de un camino lleno de música y anécdotas. Recuerdo cuando por primera vez asistí a un concierto de la Orquesta Sinfónica Municipal. Corría el año 1978 y tenía tan solo catorce años. Desde los once que estaba cursando estudios de música, guitarra, violín y flauta traversa. Mi padre, cultor de la música clásica y un permanente oyente de las presentaciones de nuestro organismo musical, me llevó una noche al Teatro Auditórium para presenciar la actuación del pianista Manuel Rego y el Coro Universitario que dirigía el maestro Horacio Lanci.
Hacía su debut como director titular de la Sinfónica, el destacadísimo y prestigioso maestro Washington Castro, que, sin saberlo, se convertiría en un faro de referencia y camino a seguir en mi aprendizaje musical y los valores éticos, culturales y profesionales que todo músico debía tener para abordar esta profesión. La velada de esa noche estaba bendecida, entre otras, con la Fantasía para piano, orquesta y coro en Do menor, Op. 80, una de las obras más singulares de Ludwig van Beethoven.
Es indescriptible traducir con palabras lo que viví en aquella época. Las sensaciones fueron como alguien que se encuentra con el amor de su vida y se enamora al instante. Experimenta ese cosquilleo en el cuerpo que le atraviesa la médula. Mis oídos nunca más abandonarían la música y no dejarían de escuchar los innumerables conciertos que la Sinfónica ofrecía para su comunidad. Después, lo que sucedió esa noche, entre un buen café y comentando el concierto escuchado, le confesé a mi padre la emoción vivida y mis palabras fueron, quiero alguna vez estar ahí. Sí, mi deseo era ser músico de la Orquesta. Tocar el instrumento que estaba estudiando en el Conservatorio, flauta traversa, junto a todos esos músicos y que feliz y premonitoriamente se cumpliría muy pronto….
Con la llegada de la democracia, allá por 1983, la Sinfónica dejaría el recinto del Concejo Deliberante, convertido años anteriores en la sala de ensayos semanales y pasaría a la sala de un teatro como recinto natural de trabajo.
Un año más tarde, en la gestión del profesor Blas Aurelio Aprile como Secretario de Cultura, la Jefatura de Departamento a cargo del queridísimo Néstor Rodríguez, me convoca para hacerme cargo del Archivo Musical. Y en 1988, se cumple mi anhelo de ser flautista de la Orquesta.
Cuarenta años que conozco la Sinfónica. Treinta y cinco que formo parte de ella. Setenta años se cumplieron el 1 de octubre.
En los comienzos, músicos inmigrantes
Un grupo de músicos populares o por lo menos con actuación popular del ámbito local, muchos de ellos integrantes del intermedio musical de los cines de entonces y otros provenientes de Francia, España e Italia, escapando de la Segunda Guerra Mundial y que se afincaron en nuestra ciudad, forman una orquesta al frente de la cual colocan a un pianista, Néstor Romano, que se transforma en su primer director, además de Danino Galasso, Angel Scarfone y Guillermo Graziani, quienes se abocaron a conformar el organismo sinfónico. Recordamos entre los extranjeros al frances Pierre Brannens.
En agosto de 1945 empiezan los primeros ensayos bajo la batuta de Romano en la Escuela Normal Mixta Provincial. Su primer concierto se realizó en el Teatro Odeón el día 22 de Noviembre de 1945. Tres años más tarde, octubre de 1948 se formaliza la creación por Ordenanza 381 y promulgada por Decreto 395/48 y al año siguiente, 1949, debuta oficialmente con su primer concierto. Luego vendrán los maestros Pierre Brannens, Pedro Arseni, Guillermo Scarabino, Washington Castro, Guillermo Becerra, Carlos Vieu, Jose M. Ulla, Susana Franchi, Pedro I. Calderon, Emir Saul, Diego Lurbe y en la actualidad el joven y destacado maestro Juan Martin Miceli.
Mucho se podría contar de tantos años de conciertos, ensayos, viajes y cenas de camaradería. Mucho, también, de conocer y disfrutar los innumerables directores y solistas invitados de renombre nacional e internacional que pasaron.
Vienen a mi memoria aquellas improntas que dejaron las presentaciones de P. Entremont, Y. Hanani, C. Walevska, J. Laredo, N. Yepes, R. Ricci, L. Kogan, A. Navarra, R. Votapek y W. Malcuzynski. Bruno Gelber, Astor Piazzolla, Lalo Schiffrin, Mariano Mores, Narciso Yepes, Manuel Rego, Joan Manuel Serrat, Raúl Lavie, Susana Rinaldi, Fabiana Bravo, Guillermo Marandino, Darío Volonté, los directores Pedro I. Calderon, Guillermo Scarabino, Mario Bencekry, Simon Blech, Mario Perusso,.
La lista es interminable. Épocas gloriosas, salas colmadas de entusiastas marplatenses, turistas y jóvenes estudiantes. Conciertos magníficos como el Ciclo Beethoven, el Ciclo Rajmaninov, el Ciclo Brahms, los famosos Conciertos Didácticos y los Conciertos sin Moño, entre otros, nuestro debut en el año 1988 en la sala del Teatro Colon de Buenos Aires.
Arribamos a la Capital Federal en el tren El Marplatense colmando dos vagones enteros. O quien no recuerda las trece Zurich Galas del Mar consecutivas en la explanada de Playa Grande. Un hito en la historia del nuestro organismo.
A lo largo del camino recorrido y a pesar de los varios cambios sufridos y las constantes renovaciones, nuestra Sinfónica ha sabido transitar, como la vida misma, diferentes experiencias que la debilitaron por momentos, la entristecieron y la alegraron en otros pero que en definitiva la fueron fortaleciendo hasta convertirla durante muchos años de su trayectoria en la orquesta más importante del interior del país, e integrar hoy el lote de las más prestigiosas de la Argentina. Un honor y una enorme responsabilidad.
A días de haberse cumplido el 70 Aniversario, nuestra Sinfónica se ha renovado por cuestiones naturales. Hace tiempo el recambio de sus filas de músicos ha transformado el organismo. Antes, músicos en su mayoría locales y de procedencia popular e inmigrantes. Hoy, se suman jóvenes músicos de distintas provincias argentinas como también de fronteras afuera: Ucrania, Rusia, Venezuela y España. Muchos se fueron, concluyendo su tarea profesional en el organismo, otros nos dejaron y estarán en nuestro eterno recuerdo y afecto. Otros están por jubilarse pronto y otros llegaron y estarán llegando con sus expectativas y sueños, jóvenes que transitaran sus años musicales aquí y que seguramente festejaran los 80 o cien años de la Sinfónica en un futuro.
Patrimonio Cultural Intangible
Por unanimidad, el Honorable Concejo Deliberante de General Pueyrredon declaró, el pasado 23 de marzo del corriente año, como Patrimonio Cultural Intangible de Mar del Plata a la Orquesta Sinfónica Municipal… “por su labor artística, prestigio, baluarte de la identidad marplatense, y por ser una de las orquestas de importante trayectoria del país y un referente de la identidad y la cultura de nuestra ciudad, resulta propicio que haya sido declarada como Patrimonio Cultural Intangible de esta ciudad de Mar del Plata”, declaró un comunicado.
En aquellos años de mi vida estudiantil primaria en la Escuela N° 5 comencé a transitar el camino de aprendizaje de la música sin saber lo que vendría después. Y menos aún que uno de mis hijos continuaría mi vocación. Sin embargo, ya sentía lo que alguna vez reflexiono Frederick Nietzsche, que “la vida sin música sería un error”.
¡¡Feliz cumple querida Orquesta Sinfónica Municipal!!