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13-04-2015

Nazis: historia de oscuros personajes que escaparon y se refugiaron en Miramar

Si bien hubo varios ex militares alemanes que abrían recalado en la ciudad con identidad fraguada, el caso de Walter Kutschmann fue el más relevante. Este ex miembro de la Gestapo fue descubierto tras una investigación periodística en 1983 y vivía en un departamento de la calle 29 al 500.

MIRAMAR (Corresponsal).- De vez en cuando se reflota el tema de los nazis fugados hacia nuestro continente, esto renueva el interés y misterio sobre los lugares por donde estuvieron y las conspiraciones que facilitaron sus movimientos.

La ciudad de Miramar fue nombrada varias veces en las investigaciones realizadas por diversos especialistas, las cuales se ampliaron con la desclasificación de documentos de los diversos países en los que estuvieron estos siniestros personajes subordinados de Hitler.

La más antigua referencia corresponde al caso de Ernst Hoppe, nacido en Alemania y naturalizado argentino. Cuando fue capturado en 1943 en Gibraltar relató que su misión era llevar objetos de valor a América del Sur por medio de submarinos U-boat.

Según cuenta la historia, uno de los desembarcos se debería haber concretado en Miramar, por lo que a finales de ese mismo año agentes británicos y norteamericanos alquilaron una casa a la espera de esta nave la cual nunca llegó ya que posiblemente fueron alertados debido a la detención del agente Hoppe.

Luego, a mediados de 1945 se entregaron en el Puerto de Mar del Plata dos submarinos alemanes, el U 530 y otro identificado como U 977 donde los capitanes y la tripulación fueron sometidos a un amplio interrogatorio por oficiales de la Armada Argentina.

Luego de unas décadas sin novedades, Miramar apareció en los medios de comunicación nacionales debido a este tema.

El caso fue altamente relevante y tuvo como protagonista a Walter Kutschmann o Pedro Ricardo Olmo, tal como aparecía en sus falsificados documentos. Durante la guerra fue miembro de la Gestapo y como tal tuvo la misión de asesinar a 20 profesores universitarios y a 18 familiares de estos.

Debido a su falta de escrúpulos, se le dio la misión de controlar un sector de judíos en Polonia, matando a 1.500 personas durante ese período.

Las inteligencias americana e inglesa perdieron el rastro de Kutschmann, a pesar de la orden de captura prioritaria que había en su contra. El capitán de la SS había logrado que los curas carmelitas de Madrid lo cobijaran.El 29 de mayo de 1947, la policía de Sevilla le expidió el pasaporte español número 59/47 a nombre del padre carmelita Pedro Olmo, un auténtico miembro de la orden religiosa, que vivía en España.

Obtuvo también un documento de identidad clerical, el 2307, expedido por el Ministerio de Asuntos Exteriores español. Una vez completado su cambio de identidad se embarcó en el buque Monte Ambato y llegó a la Argentina el 16 de enero de 1948. Descendió vestido de cura y se empleó en la fábrica Osram, siendo hallado en 1975 debido a una denuncia del cazador de nazis Simón Wiesenthal.

Refugiado en Miramar

Kutschmann pudo escapar y recién en 1983 se logró ubicarlo viviendo en un departamento de la calle 29 Nº 599 de Miramar, tras una investigación periodística.

Finalmente fue arrestado pero escapó otra vez hasta 1985, falleciendo luego el 30 de agosto de 1986 en el hospital Fernández antes de su extradición.

La historia tiene un agregado particular ya que su viuda, Geralda Baeumler, -según documentación aportada por el museo "Punta Hermengo"-, siguió viviendo en esta localidad balnearia.

Era miembro de la "Asociación Amigas de los Animales", una agrupación que proponía la eutanasia para resolver el tema de aquellos que permanecían sueltos en la calle. Por otra parte se dedicaba a donar "cámaras de gas" a los municipios y Miramar fue uno de los "afortunados" receptores en el año 1991. Posteriormente, entidades preocupadas por ese tema como la Asociación Ecológica Océano, investigaron y determinaron que tal objeto existía pero nunca había sido usado.

Más historias y desembarcos

El comandante de un submarino arribado a la zona, Otto Wermuth relató que su primera intención era recalar en Miramar pero luego cambió de idea y finalmente se dirigió al puerto marplatense. Sobre esta maniobra se tejieron muchas teorías ya que habría pasado de largo al puerto dejando objetos en inmediaciones de esta ciudad, además de faltar el bote principal con capacidad para llevar varios pasajeros.

Para la misma época, se supone que hubo un desembarco entre Centinela del Mar y Necochea. Sobre este hecho algunos viejos vecinos que trabajaron en estancias cercanas, comentaron sobre la presencia de gente extraña que hablaba una lengua extranjera y que aparentemente habían llegado en algún barco.

¿Documentos nazis?

En septiembre de 2008, un radioaficionado de Miramar se encontraba haciendo reformas para armar su propia sala de comunicaciones. Entonces decidió dar de baja un mueble viejo, todo apolillado.

Llamativamente encontró un compartimiento oculto que guardaba una serie de fotos y documentación en idioma alemán relacionada con el período nazi de Adolf Hitler.

El mueble se lo había obsequiado hacía 20 años una persona y mientras acomodaba el lugar divisó un compartimiento con dos maderas donde encontró cartas y fotos.

Si bien no hubo mayores avances en la investigación para determinar una conexión nazi con nuestro país, una fotografía pequeña de julio de 1940, mostraba a cuatro personas con indumentaria -probablemente de entrenamiento militar- con el águila nazi.

Además, un sobre muy antiguo tenía estampillas de Hitler y en su interior una carta escrita en alemán el 29 de octubre de 1943 desde Berlín dirigida a Buenos Aires.

Asimismo, se encontró otro escrito bastante ilegible detallado en castellano de una hostería denominada "Nogara" en La Falda, Córdoba, enviada por una mujer de nombre Gertrudis y apellido claramente teutón, el 11 de julio de 1946 con la guerra ya terminada donde se pudo divisar un envío de dinero.