“La realidad es que no aparece el submarino y nos mata la incertidumbre de no saber qué pasó”, aseguró Carlos, el hermano del jefe de máquina de ARA San Juan, Fernando Mendoza, quien el viernes regresó a la Base Naval junto a su padre Juan Carlos en búsqueda de novedades.

Sin haber recibido noticias que permitieran alimentar sus esperanzas, ambos hablaron con la prensa para simplemente expresar su gratitud con quienes les brindan aliento durante estas horas de angustia.

“Gracias por las cadenas de oración que están haciendo en todo el mundo y gracias a los países que están ayudando”, dijo Carlos.

Su padre llegó el lunes desde Concordia, Entre Ríos, para estar junto a su familia en este duro momento.

Su hijo, Carlos, vive en Santa Clara del Mar y se dedica a la actividad pesquera.

Ambos recorren juntos los alrededores de la Base Naval de Mar del Plata, pendientes de las novedades que puedan surgir.

Fernando Mendoza comenzó sus estudios como militar en Concordia y los finalizó acá en Mar del Plata.

Siempre tuvo una marcada vocación por los submarinos, motivada por un interés propio ya que nadie de su familia estuvo antes vinculado con la Armada.

Según contaron su padre y su hermano, la noticia sobre la explosión ocurrida cerca de la última posición del San Juan los dejó conmocionados.

Se enteraron de la novedad el jueves, instantes después de que un vocero de la fuerza la comunicara ante los familiares presentes en la Base.

“Ibamos entrando y cuando nos estábamos acercando al edificio vimos que algunas personas lloraban, otras se estaban desmayando, otras rompían vidrios…”, recordó Carlos con estremecimiento.

“Entonces nos informaron que habían detectado una explosión, pero seguimos sin saber si era o no del submarino. Nos dijeron que la búsqueda sigue y que no van a parar hasta que lo encuentren”, sostuvo.