“Lo veníamos advirtiendo desde mucho tiempo, que la intención del presidente era convertir a los clubes en Sociedades Anónimas. Después, con el tiempo, los clubes se sumaron a nuestra convocatoria para evitarlas. El Gobierno quiere destruir la AFA para tener el poder total. Cuando lo tenga va a impulsar las sociedades anónimas”, expresó este sábado Matías Lammens, presidente de San Lorenzo, en diálogo con los periodistas Alejandro Bercovich y Alejandro Wall, en el programa Radio con Vos, en la FM 89.9 en Buenos Aires.

“Bajo el argumento irrebatible de imponer controles más severos (los clubes ayudaron siempre con sus eternas irregularidades),-escribió en esa misma línea en La Nación del miércoles el prestigioso periodista Ezequiel Fernández Moores-, el Gobierno buscó cambiar un negocio por otro”. Agregó Fernández Moores en La Nación: “El Fútbol para Todos dejó de ser una promesa electoral y reducido a basura. El fútbol también. Se anunciaron falsas deudas impositivas y se retrasó, con descuentos, el pago del dinero cuyo cobro estaba asegurado bajo contrato. Si hubo dirigentes que cometieron delitos, lo mejor hubiese sido la Justicia, no la asfixia económica de intentar crear la resistida figura de Clubes Sociedades Anónimas”.

Más testimonios sobre las claras intenciones concretadas de demonizar el Fútbol para Todos y a los clubes a la vez.

Pero jugaron tanto con fuego que cuando se apuraron de repente para que la pelota empezara a rodar,-porque lo necesitaban con urgencia por lo que se venía esta semana-, ya era demasiado tarde. Para colmo, en el mejor equipo en 50 años también habría que incluir a la “Comisión Desnormalizadora”, bautizada ingeniosamente como “Familia Normalizadora” por el diario Olé, con una foto de Los Locos Adams en portada.

En esta comedia de enredos de las últimas horas, Javier Medín, el máximo emisario oficial, pasó de innoto a insólito protagonista. Patético fue cuando declaró que se jugaba igual, con juveniles, cuando a pocos metros presidentes de clubes grandes, como Rodolfo D’Onofrio, lo desautorizaban absolutamente. Y, obvio, primó la cordura al menos en el epílogo de la comedia, y ganó la postura de directivos más serios, como el propio titular de River.

La fecha ya se programó para el fin de semana que viene y, sugestivamente, nadie duda de que ahora no habrá trabas. Si aparece todo el dinero es porque alguien pondrá lo que falta. Se adelantó para el miércoles que viene la definición sobre la empresa que se adjudicará los derechos de televisación. Pero si esa firma depositara un adelanto recién el miércoles, estaríamos ante el mismo problema de la semana pasada para que la actividad empiece el jueves, como está previsto, con el partido Vélez – Estudiantes. La acreditación tardía de ese depósito. Entonces todo parece indicar que el dinero aparecerá mucho antes. Por consiguiente, ya saben también quien ganará el miércoles. Negocio cerrado.

Todo muy “normal”. Lo bueno es que ya el dinero del Estado no será para el fútbol sino para los docentes, la salud, la investigación, dicen…Obviemos el “pequeño detalle” de que el viernes se amplió en más de 1900 millones de pesos el Presupuesto Nacional para partidas de publicidad oficial. Y hasta por ahí parte de esa publicidad termina en las mismas transmisiones de la empresa adjudicataria. Y en agosto, vuelta al Tocom, o a los bares, dónde se unirán nuevamente los argentinos.