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Policiales 18 de junio de 2016

“No te dan ganas de seguir trabajando”

Lo dijo Adriana Naveiro, propietaria de la panadería Anusch. "Esto no fue al boleo. Pero lamentablemente con las sospechas uno no hace nada", se lamantó con lágrimas en los ojos.

Adriana Naveiro, hoy, luego del robo que sufrió en su panadería.

Adriana Naveiro (47) entró a su panadería, como todas las mañanas, a las 7.20. Todavía era de noche, así que recién puedo ver con nitidez el panorama desolador que habían dejado los delincuentes cuando encendió las luces. La alarma seguía como si nada hubiera ocurrido. La puerta de entrada también estaba intacta. “Y cuando fui atrás, vi que habían hecho un boquete, que habían entrado por atrás”, le contó a LA CAPITAL. “La verdad, no te dan ganas de seguir trabajando”, agregó con voz temblorosa y lágrimas en los ojos.

“Ahí había una granja”, marca en alusión al local de la esquina de Luro y Salta por el que los delincuentes ingresaron. “Pero hace dos meses está vacío. Están rompiendo desde hace unos días porque gente del edificio escuchaba martillazos”, comentó Naveiro.

La plata que se llevaron estaba reservada para pagar el alquiler del local. “Aparte de romper papeles y buscar por todos lados, se llevaron una mochila, un termo, fiambre, jugos Baggio. También comieron y bebieron”, relató indignada.

Está convencida de que el robo “no fue al boleo”, sino que alguien marcó el lugar. ¿Si sospecha de alguien? “Sospecho, pero lamentablemente con las sospechas uno no hace nada. Hasta que no los agarres en el momento, te queda la duda”, se lamenta.

“Es la tercera vez que sufrimos un robo importante. Más o menos cada cinco años nos pasa. Y para mí saben. Porque ¿para qué van a hacer un boquete en una panadería?”, se pregunta.

Para Naveiro no es consuelo que nadie haya salido lastimado (al momento del hecho, el local estaba cerrado). “Siempre tenemos que decir lo mismo, pero ellos andan sueltos y nosotros tenemos que estar con alarmas, rejas, con esto y con lo otro, ¿cómo es?”, se embronca.