Por Hernán Kloosterman

Juan Zabaleta pasó ayer por Mar del Plata, donde participó de la apertura de la Semana Social y consideró que en la cuestión de los planes sociales “no puede haber debate cuando lo que se intenta es cuidar a los beneficiarios”.

De esta manera, en un mano a mano con LA CAPITAL, el ministro de Desarrollo Social de la Nación fijó su posición en el marco de la discusión por el manejo de las políticas sociales que escaló en la agenda política en los últimos días. No obstante, el funcionario remarcó que no va a permitir “irregularidades”. “No voy a hacer oídos sordos”, apuntó. También afirmó que la situación social está “contenida” y no esquivó las diferencias que hay en el Frente de Todos. “Tiene que haber una mesa para debatir estas cuestiones y salir fortalecido. Hay que fortalecer al Gobierno, al Presidente y a la fuerza política”, señaló.

– Más allá de la polémica con los planes, ¿cómo está la situación social hoy?

– Contenida, no solamente por las políticas públicas que el ministerio viene llevando adelante, sino también por el nivel de articulación. Vinimos a la Pastoral a escuchar y a agradecer. La iglesia articula con nuestro ministerio en cada rincón de la Argentina la prestación alimentaria y el abordaje integral para los argentinos que lo necesitan. En ese sentido, pedimos más acompañamiento a los intendentes y gobernadores para que cada programa se pueda vincular al trabajo formal.

– Pese al reclamo de las organizaciones sociales, ¿no va a haber más altas en los programas?

– No va a haber más altas del plan Potenciar. Sí, va a haber más programas que se vinculen a la generación del trabajo formal. Cuando planteamos no más altas al plan Potenciar lo que proponemos es inversión en las unidades productivas. En esta Argentina que se está recuperando y en la que no hay muchas cosas por celebrar todavía, por los índices de pobreza, lo que queremos es aprovechar esta recuperación para vincular a los argentinos al trabajo formal. Habrá más inversión de recursos en creación de unidades productivas o en seguir urbanizando barrios populares. Cada programa del ministerio está vinculado al abordaje y a la generación de empleo.

-¿Cuál es su posición respecto al manejo de los planes?

– No puede haber diferencias cuando el plan Potenciar es un salario social complementario que lo que tiene que hacer es vincular a los argentinos al trabajo formal. También hay un emergente claro que es la economía social. Hay millones de argentinos que se inventan su propio trabajo, en el sector textil, en la construcción, en el reciclaje. Esos argentinos van a seguir trabajando de esta forma y el ministerio va a seguir fortaleciendo con recursos ese trabajo. En definitiva, no puede haber debate cuando lo que se intenta es cuidar a los beneficiarios del Plan Potenciar y darles a posibilidades de que elijan dónde trabajar. Lo que no voy a permitir y no voy a dejar pasar son las irregularidades. No voy a hacer oídos sordos cuando hay beneficiarios que sufren determinadas situaciones en función de este programa social que está percibiendo del estado. Ahí vamos a actuar y lo vamos a hacer en conjunto con los movimientos sociales. Todos tenemos que comprometernos a cuidar a los beneficiarios.

– ¿Qué opina de la posibilidad de implementar un salario universal?

– La Asignación Universal por Hijo ha sido la mejor medida que se tomó en su momento. La tarjeta Alimentar también tiene que ver con eso. Con que cada política social llegue de la forma más directa posible a cada beneficiario. Me parece que es un buen camino y todo lo que vaya vinculado a la generación de trabajo hay que discutirlo.

– ¿Imagina que puede haber una recuperación rápida que le permita al Gobierno llegar mejor al año que viene?

– No importa cómo llega al año que viene. No importa 2023. En definitiva, a veces el error que se comete es pensar que tomamos decisiones en función de una elección y acá hay que tomar decisiones todos los días porque hay 17 millones de pobres en la Argentina. Es ahí donde tengo que trabajar todos los días. Los desafíos son estabilizar la economía, un mayor crecimiento equilibrado y todo lo que tiene que ver con lograr equidad distributiva. Los salarios le tienen que ganar a la pobreza. Hoy hay dificultades con aquellos que son trabajadores formales y no les alcanza la plata. Ese es el desafío y tenemos que trabajar para que suceda.

Además, hay que conectar con la gente. Soy bastante crítico de lo que pasa adentro y afuera de la clase política: hay que conectar con los argentinos, hay que enchufarse de vuelta mucho más todos los días con lo que pasa por la cabeza de cada persona a la que la plata no le alcanza, o que tiene problemas de seguridad o que le cuesta pagar el alquiler. Si logramos conectar, todo va a estar bien.

– ¿Cuánto perjudican las diferencias internas que se exponen públicamente?

– Lo dije siempre. Muchos plantean que los debates públicos sirven. Lo que sirve es llevarle soluciones a cada argentino. Tiene que haber una mesa para debatir estas cuestiones y salir fortalecido. Hay que fortalecer al Gobierno, al Presidente y a la fuerza política que es el Frente de Todos. Tenemos un compromiso electoral que asumimos en 2019 y tiene que ver con poner la Argentina de pie. Eso se hace recuperando el empleo, bajando la inflación, logrando controlar los precios y todo el Frente de Todos tiene que ir en ese camino. No veo que nadie pueda sacar provecho, en definitiva. Es una tarea de todos.

“Ciudad insignia”

Juan Zabaleta elogió las características de Mar del Plata y consideró que es “una insignia en la provincia de Buenos Aires por lo que representa”. Si bien admitió que debido a la cantidad de población la ciudad tiene “indicadores complicados”, el ministro definió que “está claro que cuando se recupera Mar del Plata, se recupera la Argentina”.”Es una nave insignia, es una gran ciudad y hay que fortalecerla”, agregó. Por otra parte, el ministro de Desarrollo Social expresó su respaldo al proyecto de exploración petrolera en la costa bonaerense. “Hay que acompañarlo porque es inversión y generación de empleo”, indicó.