“No podemos utilizar la plata de los jubilados para tapar baches del gobierno”
La diputada Mirta Tundis fue crítica con el gobierno de Mauricio Macri y con "manejar al PAMI como si fuese una empresa privada".
Mirta Tundis.
Mirta Tundis, diputada nacional por el Frente Renovador, y una de las más firmes exponente de los intereses de los jubilados en su accionar político, participó en Mar del Plata de una charla abierta organizada por su partido, y tras reunirse con Ariel Ciano y Mercedes Morro, dos de los referentes de Sergio Massa en la ciudad, conversó con LA CAPITAL sobre los temas que la ocupan y su visión acerca del momento que vive el país.
Fue crítica con el gobierno de Mauricio Macri y con “manejar al PAMI como si fuese una empresa privada”, propuso un cambio de sistema para calcular el haber jubilatorio y aseguró que su sector político “tiene una propuesta integral de salud que va a resolver todos los desajustes del área en el país”.
Además enfatizó que “no podemos utilizar la plata de los jubilados para tapar baches del gobierno”;
– Cuando se enumeran los derechos de los jubilados queda la sensación de que no son aquellos los que faltan sino su contenido. ¿Qué está faltando para que ese contenido sea realidad?
– En realidad lo que hace falta es que se respeten las leyes. Siempre decimos que hay que dictar leyes, y muchas veces lo hacemos; pero después no se respetan. Cuando en los 80 estalló el boom de los juicios de los jubilados contra el Estado fue justamente porque se habían incumplido leyes que ya existían. La ley decía el promedio de los tres mejores salarios en los últimos diez años y que cuando el aumento en la actividad superaba el 10% se trasladara a las jubilaciones; que de ahí surgió el 82% móvil.
Cuando se dejó de hacer eso comenzaron los juicios, porque cuando se incumplen estas cosas es que comienzan los problemas. Lo que ocurre que pareciera que los jubilados solo están para votar; ellos no hacen paro y si se movilizan la gente los insulta porque interrumpen el tráfico.
Por eso se han ido cansando y hoy no tenemos líderes que los movilicen como fueron Estrella Monteverde, ese grande que fue Carlos Imiscoz o Norma Plá. ¿Ahora existe eso?, seguramente no. Se cansaron de ser maltratados por la sociedad.
– ¿Cómo se podría construir ese “eslabón perdido” que pudiera engancharlos al crecimiento de la economía?, ¿Se puede desde el Congreso?
– Hay que cambiar la fórmula del índice con el que se calcula el aumento de los jubilados y que está atada a la recaudación. Y esta viene cayendo constantemente; el año pasado se les dieron en marzo aumentos del 15,35% y del 14%; ahora es apenas del 12%. El aumento de la movilidad tiene que estar enganchado a los salarios, al aumento de los salarios.
– ¿Por rama o en un índice global?
– En un índice global, porque hay ciento de actividades que pactan distinto y necesitamos una variación estable para evitar que aquellas ramas pequeñas queden rezagadas en relación a gremios poderosos que tienen otra posibilidad de presión y negociación. Hay que hacer un índice promedio y que sea igual para todos.
– El posible avance de perfiles de flexibilización laboral, algo de lo que se habla mucho por estas horas, ¿puede afectar seriamente a esa recaudación de la que depende la actualización de los haberes jubilatorios?
– Hoy tenemos 1.2 activos por cada pasivo, cuando en 1979 ingresé a la Caja de Jubilaciones me decían que era necesario que hubiese 7 activos para sostener un pasivo. Y si por lo que fuese esa cifra de hoy continuase disminuyendo -lo que suele ser habitual en un escenario de despidos o de flexibilización- el sistema será imposible de financiar y siempre dependeremos de la decisión política del gobierno. No nos olvidemos de que en teoría el dinero de las jubilaciones proviene del aporte de los trabajadores activos durante décadas y también de los propios jubilados; si esa ecuación se distorsiona el sistema pierde su propia razón de ser y el jubilado deja de ejercer un derecho por el que pagó para quedar a expensas de una dádiva. Es una crisis muy grande y se va a ahondar si solo se piensa en que se beneficien aquellos que desde las AFJP puedan producir un ahorro personalizado a partir de recibir grandes salarios. Es la negación de la Argentina como organización solidaria…
Precarios servicios de salud
– ¿Cuál es el objetivo que Mirta Tundis percibe en el gobierno al designar a una persona como Regazzoni en el PAMI?
– Es inentendible; cuando uno habla con él, muestra sus mejores modos y propuestas para llevar al PAMI a su mejor lugar. Pero luego uno ve que lo manejan como una empresa privada en la que los objetivos están en función del dueño y de los ejecutivos y no, en este caso, de los afiliados. En el Estado los objetivos tienen que ser para el pueblo y no para el presidente; en el PAMI, en la AFIP o la Anses. Parece que se olvidan que se trata de trabajadores que aportaron 30 años en los que le hicieron descuentos para que cuando sea jubilado tenga los servicios que se merecen. Y sin embargo es muy notorio que los que están vinieron solo a hacer ahorro.
– ¿Está de acuerdo con que la Anses sea utilizada como financista del gobierno?
– No lo estuve durante el kirchnerismo cuando se utilizó el Fondo de Garantías para pagar deudas o para fines que nada tenían que ver con lo que dice la ley que obliga a utilizarlos en inversiones que aseguren rentabilidad positiva en beneficio de los verdaderos dueños de esos fondos y que son los trabajadores y los jubilados. ¿Cómo puede ser que se le presten al Estado al 1 o 2% cuando los bancos están cobrando el 15 o 20%?.No podemos utilizar la plata de los jubilados para tapar baches del gobierno; no lo podemos permitir.
– La queja de los jubilados por la precariedad de la prestación de salud es general en todo el país pero muy especialmente en Mar del Plata. ¿Qué se puede hacer ante eso?
– Es una situación crítica que tal vez se viva menos en Capital porque hay mayor disponibilidad de clínicas y camas. Pero en el interior el tema se agudiza porque Macri llegó y dijo “vamos a pagar de aquí en adelante” sin tener en cuenta que los prestadores tenían acumuladas deudas con sus proveedores. Ello produjo centenares de cierres de establecimientos y los jubilados fueron derivados a una salud pública colapsada que hizo que se alargase brutalmente el tiempo que deben esperar para ser atendidos, con las consecuencias que ello tiene para su salud. Si tuviésemos hospitales como en los países del Primer Mundo, totalmente equipados para atender eficiente e inmediatamente a los afiliados, sería una cosa; pero la realidad es que el descontrol de la gestión anterior hizo que se perdiera no solo la calidad de la capacidad instalada sino también la de la atención que se brinda. No hay medicina preventiva ni se le paga lo que corresponde al médico de cabecera que es el centro del sistema tal cual está pensado. Deben cobrar bien pero deben trabajar cinco o seis horas por día durante toda la semana. Yo estuve en Jujuy hace poco y tomé nota que frente a la falta de hospitales y clínicas la gente era derivada a Salta; un disparate.
– ¿Tiene Massa un plan sustentable para este tema?
– Tiene su equipo armado para un gobierno integral y dentro de eso para un Plan de Salud nacional. No sirve detenerse solo en un aspecto y hay que tener aceitado el tema en todo el país. Porque pese a estar mejor que muchos países de América Latina, la incidencia de las prepagas indica que está faltando un sistema de salud, incluidos los remedios y la medicina recreativa, que asegure calidad de atención en todo el país. Organización y presupuesto; eso es lo que falta y es lo que tiene Massa.