Por Vito Amalfitano
Desde Río de Janeiro

En la primera pregunta de la conferencia de prensa en español, en el Court Central del Centro Olímpico de Tenis, tras la memorable final ante Andy Murray en cuatro sets, Juan Martín Del Potro le confesó a LA CAPITAL que dejó hasta su “última uña” en la cancha, a la vez que saludó a su gente en Tandil y agradeció todo el apoyo recibido por el público argentino, tanto aquí en Río de Janeiro como los millones que lo hicieron siguiéndolo a través de las transmisiones de televisión en su periplo hasta la medalla de plata.

“Tengo que agradecer con el corazón y el alma el respaldo recibido, ante todo. Esto fue algo mucho mejor de lo que hubiera podido imaginar antes del comienzo del torneo y me voy a mi país con un medalla, y es algo increíble”, le amplió Del Potro a este medio. Luego agregó: “También es increíble en la forma en que lo logré y dejando hasta mi última uña adentro de la cancha, ahora no me quedaron uñas en los pies”.

“Tomé dimensión de lo que significaba ser un deportista olímpico, las emociones que se viven. En lo que va de mi carrera nunca viví algo tan lindo como lo que me pasó en esta semana, cualquier atleta daría cualquier cosa por estar acá y tener dos medallas conmigo es mucho más que un sueño”, añadió Del Potro.

“El tenis es mi vida, he sufrido cuando no he podido jugar el tenis y el tenis me está haciendo feliz de nuevo. Poder gritar cuando lo pego de derecha y que la gente se vuelva loca es volver a vivir cosas que pensé que nunca iba a volver a vivir”, admitió también Del Potro como dando a entender que después de tres operaciones de muñeca llegó a pensar en que tendría que dejar de jugar.

Minutos antes, en la misma sala de conferencias, Murray se había animado a hablar del futuro de Del Potro: “Si está bien físicamente, no hay razón para que Del Potro no vuelva a la cima de nuevo”. Sin embargo, el tandilense le puso “paños fríos” a esa posibilidad, incluso cuando LA CAPITAL le preguntó si cuando besó el logo de los Juegos había sido porque sentía que volvía a ser el nuevo Del Potro.

“Muchas cosas me faltan -contestó-, hay que seguir trabajando para poder jugar de igual a igual con los cinco mejores del mundo”. “Hoy tengo una debilidad que es mi revés, es muy difícil ganarle a los cinco primeros sin hacer un winner de revés. El día que lo pueda conseguir puede ser, mi mano está sana y yo estoy tranquilo de mi cabeza, pero por ahora esto no me lo quita nadie”, dijo también volviendo a señalar su medalla.