Por Alejandro Carrancio

Gracias al amparo presentado por el intendente de la ciudad, Guillermo Montenegro, en conjunto con las organizaciones Ambientalistas auto convocadas, nuestra ciudad está perdiendo una oportunidad única. El desarrollo de la industria petrolífera puede significar otra Vaca Muerta para Argentina y Mar del Plata.

En virtud de lo informado por Equinor, y atento las disputas judiciales en las que se encuentra inmerso el proyecto, se analiza la posibilidad de suspender la ejecución de la exploración off shore.

Cabe señalar que el Intendente, quien debería ser el primer lobbista de la ciudad para su crecimiento, resulta el principal responsable por una decisión personal, carente de argumentos, y que se funda en su mezquindad política, hayamos perdido ya un año y de que estemos en la situación que nos encontramos hoy.

Tal conducta se traduce en la imposibilidad concreta que un proyecto que traía aparejado una transformación de la matriz productiva y que resolvería en gran parte la problemática de empleo, siendo que más de 120 mil puestos de trabajo se generarían de manera directa e indirecta. El sector petrolero es el que tiene el efecto multiplicador más grande en la generación de empleo directo e indirecto del país. Por cada empleo directo nuevo, esta industria genera 6,1 puestos de trabajo en toda la economía.

Además de la mejora en empleo, esta industria ayuda a crecer a otros sectores de la economía local como la construcción, hotelería, gastronomía, transporte, servicios, etc. En definitiva, impulsar el círculo productivo de nuestra ciudad como nunca antes.

Si queremos subir salarios y bajar la pobreza, es clave generar divisas: nos guste o no nos guste, los sectores intensivos en recursos naturales son los que nos van a permitir en la próxima década tener el salto exportador que necesitamos.

Los estudios demostraron el casi nulo riesgo ambiental de estas plantas. Los yacimientos se encuentran entre 300 y 400 km. lejanos a la costa (casi como la distancia entre La Plata y Mar del Plata). En muchos otros países, con distancias mucho menores, hasta coexisten perfectamente el offshore, la pesca y el turismo. Río de Janeiro, por ejemplo, desde hace aproximadamente 50 años, tiene a unos 200 km. de sus costas plataformas offshore, que explican el 15% del PBI de esa región. Nada de ello ha impedido el desarrollo del turismo. Nunca se ha escuchado a ningún argentino que no quiera ir a Río porque tiene plataformas.

Una planta off shore produce entre 18.000 y 23.000 millones de dólares al año. El intendente en vez de presentar escritos para impedir que esta inversión público-privada venga a la ciudad, debería estar bregando para obtener mayores regalías en pos de mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos y producir más y mejores “laburos” como demagógicamente dice.

Ahora estamos a la espera de una decisión favorable de la Cámara levantando la medida cautelar, para recién ahí poder coordinar una nueva fecha con el buque explorador (hay muy pocos en el mundo y tienen contratos vigentes) y las ventanas ambientales que permiten la realización de estos estudios.

Ojalá, que por la estrecha visión estratégica de nuestro intendente no le hayamos hecho un gol en contra a Mar del Plata.