2011. Braian tiene 13 años y junto a los compañeros de la escuela y amigos descubre a Eminem. En las juntadas en la plaza del barrio Belgrano empiezan a amar al hip hop y a toda la música que hace el llamado ‘Rey del Rap” norteamericano. “Eminem rapeaba en inglés, no entendíamos nada, pero nos encantaba cómo sonaba y cómo la gente de poder lo odiaba y lo puteaba por decir las cosas que nadie decía”, recuerda Braian Volpe, hoy uno de los integrantes de la ascendente banda marplatense En Conexión Verbal.

Con 23 y a punto de cumplir una década de camino en el rap local, el músico reconoce que, entonces, él y quienes iban a acompañarlo en esta agrupación no pensaban “en grande”. “Nosotros queríamos poder decir eso que Eminem decía en su país, él luchaba para cambiar, nosotros pensábamos en el barrio, no el país, no pensábamos en tan grande”.

Así, desde la plaza y muy cerca de la biblioteca municipal que los cobijó y que hoy no existe más, los chicos empezaron a rapear: la falta de recolección de los residuos, el gatillo fácil, los primeros amores de la secundaria y la hipocresía del sistema político que los convocaba sólo cada cuatro años y los olvidaba el resto del tiempo fueron los primeros temas de sus canciones. Desde la periferia marplatense, la rebeldía del rap estaba intacta.

“En ese momento, el rap era la herramienta para decir lo que no querían escuchar. Queríamos decir algo a través de la música que quizá en el barrio no podíamos decir, y fue un mecanismo para huir de la violencia que sufríamos en ese entorno, nosotros nos criamos en la periferia y en el barrio si eras morocho, tenías visera y te juntabas en una esquina eras el blanco de los prejuicios, de la policía que te acusaba de criminal constantemente y en realidad éramos pibes, íbamos a la plaza”, repasa.

En el proceso de descubrir el mundo a través del rap, la biblioteca municipal del barrio Belgrano, hoy cerrada y trasladada a la sociedad de fomento, fue clave. No solo porque las bibliotecarias se coparon con el interés de los chicos y alentaron el hip hop, sino porque les permitieron conocer autores que, tal como ellos hacían de manera latente, criticaban el estado de las cosas en todas las épocas. Braian se devoró las historias de Eduardo Galeano y el Martín Fierro, de José Hernández, por ejemplo, y porque se sorprendió cuando leyó textos sobre la identidad mapuche de muchos de sus vecinos.

Diez años después, Braian, los hermanos Kevin, Rober y Salvador López y Hendry Familia tienen la experiencia de casi una década de música con En Conexión Verbal y, en paralelo, atesoran casi una década más de vida vivida ya no solo en el barrio Belgrano. Ahora más cerca de la adultez, emprendieron sus trayectos personales y familiares en otros sitios. Con ellos sigue el rap, ese grito singular para criticar un mundo que mantiene su injusticia histórica.

El presente los toma con la decisión de nutrir su canal de Youtube con nuevas canciones: tres son las que ya suenan, con video incluido, en ese espacio digital. Se trata de “Utopía” (canción realizada para el programa sobre la movida solidaria en Mar del Plata que lleva el mismo nombre y que se puede ver por Youtube), “Pateando lleca” y “Una noche en el barrio”. Y en breve podrá conocerse “Violenta libertad”.

– El rap de ustedes tiene un tempo más lento que el de otras bandas, ¿por qué tomaron esa decisión?

– A nosotros nos caracteriza que no buscamos hacer rap para que solo nos escuchen otros raperos, buscamos que aquel que no escucha rap diga “ah, mirá lo que dicen estos pibes”. Es por ahí, buscamos que el rap transmita puramente lo que queremos decir, que es la queja que tenemos a una situación o sentimiento, para que el que escucha rap también le guste y diga “estos pibes la re rapean”. Y que aquel que no escucha rap diga “che, está bueno”. Si las canciones no tienen alma no son nuestras, creo que eso es lo que nos marca como grupo.

– ¿Qué pasó con la biblioteca municipal del barrio Belgrano?

– Pasó algo bastante criminal con la biblioteca. Dejaron de pagarle a las bibliotecarias, laburaron como dos años sin sueldo. Una de las chicas que estaba pidió licencia y nunca pusieron a otra persona. Quedó cerrada como dos meses, en ese tiempo se nota que hubo un cortocircuito por una gotera y se incendió, un par de cosas se rescataron pero el municipio se excusó con que la habían vandalizado. Dijeron que la gente del barrio vandalizó la biblioteca y la dejaron en abandono. Las bibliotecarias nos dijeron que fue la primera biblioteca cuyo edificio había comprado el municipio. Nunca más la restauraron y obviamente con la necesidad edilicia que hay en los barrios, al ver un terreno vacío una persona la usurpó, después de seis años de estar abandonada. A nosotros nos parte el alma. Abrieron otra biblioteca en la sociedad de fomento.