Se tienta y dice que después de hacer “La jaula de las locas” en el Teatro Mar del Plata, donde se pone en la piel de un gay que es dueño de un local nocturno, “ni Lavié vuelve al tango ni yo a la política”. Lo dice en broma; sabe que la actividad política llegó en su vida para quedarse definitivamente. “Mi vocación política la tengo intacta, tengo mi electorado en Corrientes”, dice Nito Artaza, productor y actor en este espectáculo musical que dirige Cecilia Milone.

Artaza no duda en definirse políticamente: “Soy de los radicales que tomó distancia de (Mauricio) Macri“. Y desde ese lugar crítico mira al país con una mezcla de preocupación y esperanza. “El Gobierno eligió beneficiar solamente a ciertos sectores y dejar afuera de la economía y del sistema productivo a muchos argentinos, casi a la mitad. Soy respetuoso porque es un gobierno electo popularmente, pero no comparto para nada”, esgrime.

“Tengo una firme determinación política”, sigue el ex senador por el radicalismo y oriundo de Corrientes. “Y voy a participar en las elecciones provinciales y nacionales, pero me gusta que la gente sepa de qué vivo. Vivo para la política pero no de la política, cuando hago temporada subo arriba del escenario y produzco espectáculos, me alejo un poco de las expresiones políticas porque si no no divierto a nadie. Disfruto mucho del escenario, es extraordinario, seguiré siempre arriba del escenario, el teatro es sanador, sana”, explica Artaza, que en Mar del Plata es propietario del teatro Carreras y que tiene una rica trayectoria en los espectáculos revisteriles.

En el personaje de “La jaula de las locas” (Teatro Mar del Plata).

-¿Por qué elegís la política?

-Por la cuestión de incidir, no se si puedo tener la gran pretensión de transformar pero sí incidir. Yo creo que hay que incidir, cuando uno hace política puede incidir, como senador de mi provincia he presentado trescientos proyectos de lo cuales algunos se han hecho realidad, como el refuerzo de energía a toda la provincia, a través de iniciativas que hemos presentado. Eso a uno lo hace para incidir.

-¿Qué opinión tenés de este momento del país?

-Sabemos que estamos atravesando un momento muy difícil. Creo que la Argentina tiene el gran desafío de no ser pendular, pasamos de políticas expansivas a una política de ajuste como ésta y yo creo que la Argentina tiene que volver a tener un proyecto nacional, a largo plazo y que no esté solamente basado en el endeudamiento. Hoy lo más preocupante es eso, porque cualquier gobierno que venga, este u otro va a estar condicionado por un endeudamiento. Yo tengo mucha esperanza, porque la Argentina tiene un capital social tan grande. Es decir, tenemos una capacidad de reacción productiva tan grande, pero no tenemos que seguir endeudándonos. Soy muy crítico de este gobierno pero también me parece que los gobiernos anteriores tienen que hacer su autocrítica. El país va a encontrar el camino, el problema es no dejar gente afuera. Soy optimista, aunque lo que más me preocupa es el aumento de la pobreza. Hubo beneficio a los grandes empresarios pero solamente se vive del endeudamiento y el endeudamiento es ajuste para pagar deuda.

-¿Cómo vivís los cambios respecto de la mujer en el mundo del espectáculo de Argentina, a partir de las denuncias de acoso y abuso que se hicieron públicas recientemente?

-Yo creo que son transformaciones que se están viviendo en el mundo. El siglo XXI es el siglo de las nuevas generaciones que plantean otros desafíos, como los derechos de la mujer, del ser humano y también ambientales. Es el gran desafío y la agenda del siglo XXI, y esto va a seguir avanzando más todavía, es lógico que ocurra. Los hombres, despacito lo digo, los hombres tenemos que adaptarnos y empezar a pedir perdón de muchas cosas. La visibilidad de esta cuestión es excelente, que la visibilidad pueda ser canalizada en la cultura de los argentinos y de los hombres, que estamos acostumbrados a otras cosas. Hasta el humor ha cambiado, cómo hacemos humor, o cómo hacemos la comunicación en los medios, a mí me parece bien que se visibilice. Esto es un antes y un después. Nosotros, los hombres, tenemos que empezar a pedir disculpas de muchas cosas que han ocurrido con la mujer. Este cambio ha empezado recién, se va a ver dentro de diez o veinte años.

-Decís que está cambiando el humor, ¿a la hora de pensar una revista te planteás hacer otro tipo de espectáculo, teniendo en cuenta el lugar de la mujer en este género?

-Nosotros siempre nos hemos planteado eso, las chicas que están arriba del escenario con nosotros desde hace veinte años, en mis producciones, son las chicas que cantan, bailan, actúan, hasta hacen acrobacia, hemos tenido a Eleonora Cassano como directora artística… así que eso sí, por supuesto que sí.