Nicolás Pachelo, entre la prisión perpetua y la absolución
Para los fiscales del tercer juicio por el crimen de María Marta García Belsunce, no cabe duda de que fue el asesino. En cambio, su defensa planteó que es inocente y que "le construyeron un personaje".
Los fiscales del tercer juicio por el crimen de María Marta García Belsunce solicitaron que se condene a la pena de prisión perpetua a Nicolás Pachelo, a quien consideraron el “indiscutido autor del homicidio” de la socióloga, ocurrido el 27 de octubre de 2002 en el country Carmel de Pilar, advirtieron que si el acusado permanece en libertad “puede volver a matar” y le pidieron a los jueces “que el caso no quede impune” y “que honren a la justicia”.
Durante casi cuatro horas y media de alegato, Patricio Ferrari, fiscal general adjunto de San Isidro, argumentó en base a 10 capítulos los puntos más relevantes del por qué Pachelo (46) debe ser sentenciado a prisión perpetua por los delitos de “homicidio triplemente agravado por haber sido cometido con el uso de arma de fuego, por su comisión criminis causa y agravado por alevosía en concurso real del delito de robo calificado por el uso de armas”, en perjuicio de María Marta García Belsunce.
“Señores jueces, póker de ases, no existe un juego superador en esta partida, en la partida final. La escalera real la tuvo Nicolás Pachelo durante 20 años logrando su impunidad, y perjudicando a toda la familia. Señores jueces, el juego ha terminado. Como representante del Estado, de la sociedad y de las víctimas, exigimos que se condene a Nicolás Roberto Pachelo a la pena de prisión perpetua”, expresó Ferrari mientras mostró un juego de cartas.
El alegato comenzó cerca de las 14 en los Tribunales de San Isidro y fue seguido con atención por el viudo Carlos Carrascosa y los hermanos de la víctima Horacio García Belsunce e Irene Hurtig, quienes estaban entre el público junto con otros allegados a la familia, pero también por el acusado Pachelo, quien se mostró imperturbable ante los argumentos expuestos por la acusación fiscal.
En el inicio de su alegato, Ferrari señaló que “el derecho a la verdad es un derecho humano y el asesinato perfecto es el olvido”, mirando a los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejín, del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro.
“Más de cuatro meses de juicio, más de 100 testigos, una docena de escuchas y una verdad demostrable, que Nicolás Pachelo es el indiscutido autor del homicidio de María Marta García Belsunce”, dijo, con firmeza, Ferrari.
Para el representante del Ministerio Público, Pachelo “es, fue y será” el autor del crimen de la socióloga “desde el día uno”, y aseguró que finalmente “María Marta necesita paz”.
“Pachelo merece el castigo de un Estado que debe estar más presente que nunca”, señaló, antes de dar inicio a los 10 capítulos en que se basó su alegato, en los cuales mencionó los principales indicios que, para la fiscalía, permiten establecer que Pachelo fue el asesino de García Belsunce.
En el primer tramo de su exposición, el fiscal afirmó que durante el debate fueron desacreditados “distintos mitos”, entre ellos el rol que tuvieron la masajista Beatriz Michelini y el abogado Roberto Ribas, defensor de Pachelo, quien a entender de la parte acusatoria “siempre obtuvo información privilegiada de este caso y tiene mucho que ver en todo esto”.
En el capítulo dos, titulado “Nicolás Pachelo, toda una vida dedicada al delito”, los fiscales expusieron los robos que cometió dentro de Carmel como los palos de golf, y los posteriores hechos en los cuales fue condenado en un juicio abreviado por una serie de sustracciones en casas de amigos y allegados en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En el mismo, explicaron que el modus operandi de Pachelo era ingresar a las viviendas en barrios privados “los domingos entre las 18 y 19 horas”, mismo horario en el cual se cometió el crimen de María Marta.
Luego, el fiscal Ferrari dedicó otros dos puntos de su alegato en los vigiladores de la empresa Cazadores, José Ortíz y Norberto Glennon, a quienes finalmente desistieron de acusar, y la historia del secuestro del perro raza labrador llamado “Tom”, que era “como un hijo” para el matrimonio Carrascosa-García Belsunce.
“El único conflicto y temor que tenía María Marta era el perro Tom. Ni Missing Children, ni su actividad solidaria, ni amores, ni odios, ni el dinero de Carrascosa…lo único que le preocupaba era el secuestro de su perro”, afirmó el fiscal general adjunto de San Isidro.
Uno de los capítulos más importantes para la fiscalía fue el que hizo referencia a las pruebas más importantes en contra de Pachelo y mencionó los testimonios de los mozos Walter Mantovani y Miguel Ángel Monzón; de los – en aquel entonces- adolescentes Santiago Asorey, Marcos Cristiani y Pedro Aspiroz Achaval; y de Mario Rivero y Dionisio Simón, dos personas vinculadas a la tosquera de la familia Pachelo.
“Señores jueces, Pachelo va a volver a matar. Eso quedó dictaminado por las especialistas y por lo que se vio en el juicio. Si la muerte del padre de Pachelo – fue caratulada como suicidio y reabierta durante este debate- hubiese sido investigada como corresponde, hoy María Marta estaría viva”, sostuvo Ferrari.
Al referirse al perfil criminal, Ferrari aseguró que “Pachelo reúne todas las características de personalidad que posee el autor material del crimen”.
Además, el fiscal desacreditó una a una las coartadas presentadas por Pachelo a lo largo de estos 20 años que lleva la investigación del caso Belsunce, y principalmente hizo hincapié en el ticket del local El Mundo del Juguete con el cual el acusado intentó demostrar desde el primer día que al momento del crimen de la socióloga él estaba en la Capital Federal junto a su madre Silvia Ryan comprando un regalo para su hijo.
“El último acto de amor incondicional de una madre fue matarse al saber que no podría pronunciarse falsamente entendido que su hijo era el autor del crimen de María Marta. Decidió quitarse la vida porque no podía sostener la coartada”, dijo, sin dudas Ferrari ante la mirada firme de Pachelo, respecto al suicidio de Ryan.
Luego, el fiscal sostuvo que Pachelo durante el debate “declaró 16 veces, unas 11 horas”, en las cuales “no aportó ningún elemento de interés para su defensa, se contradijo en infinidad de oportunidades, se negó a responder preguntas de la fiscalía y seleccionó qué respondía y cuáles no”.
Mientras Ferrari continuaba su alegato, los defensores Raquel Pérez Iglesias y Marcelo Rodríguez Jordán (Ribas no estuvo presente) tomaban nota sobre cada punto del argumento fiscal.
En tanto, Pachelo continuaba con la miraba fija y la atención centrada en el testimonio de Ferrari, que no produjo grietas en ningún momento. “No pudo explicar nada Pachelo. Es el único que miente”, resumió Ferrari.
Finalmente, con una foto de María Marta en una pantalla que estaba frente a todo el público presente en la sala de audiencias, Ferrari expresó: “Señores jueces, los únicos momentos donde la soledad se siente verdadera es cuando el crimen queda impune. Terminemos con el cuento, la Justicia tiene un brazo muy largo y sabemos que siempre llega. Honren la Justicia como hicieron siempre y condenen al asesino de María Marta García Belsunce”.
Tras el alegato fiscal, los jueces le dieron lugar al particular damnificado, representado por el abogado Gustavo Hechem, quien adhirió al pedido realizado por Ferrari respecto a Pachelo, por el mismo delito, pero pidió que también sean condenados los vigiladores Glennon y Ortíz como “partícipes primarios”.
“Le construyeron un personaje”
Por su parte, la defensa de Nicolás Pachelo aseguró en su alegato que “cuando se produjo la muerte de María Marta García Belsunce, la prueba ya la tenían lista” contra el principal imputado del crimen, señalaron que la fiscalía y la acusación “construyeron un personaje”, y pidieron su absolución.
La exposición, que continuaba esta noche, estuvo a cargo de los abogados Raquel Pérez Iglesias y Marcelo Rodríguez Jordán.
Para la letrada, “la prueba contra Nicolás la tenían ya lista antes que sucediera el fallecimiento de María Marta en un ejercicio del derecho penal de autor”.
Pérez Iglesias argumentó dicha afirmación con las declaraciones de Jacqueline Barbará, Francisco Pachelo y Hernán Coudeau -la esposa de su padre, su hermano y medio hermano-, quienes crearon “relatos míticos” durante el debate como cuando indicaron que “prendieron fuego la cuna del hermanito, que supuestamente Nicolás mató a su papá y que prendió fuego la casa de la tosquera”, propiedad de la familia.
“Estuvimos tres meses escuchando cosas atroces. La fiscalía no ha ahorrado esfuerzos en todos los días llamar mentiroso a nuestro asistido y en agraviarlo permanentemente con calificativos, como si se tratara de un monstruo. Tres meses y medio de calar en un derecho penal de autor haciendo afirmaciones muy injuriantes”, indicó Pérez Iglesias.
La letrada también hizo referencia a que María Marta “no denunció el robo del perro Tom”, al que vincularon a Pachelo con su desaparición, a mediados de 2001.
Previamente, el defensor Rodríguez Jordán señaló que Pachelo “tiene el principio de inocencia” por lo que “no debe probar la culpabilidad” en el homicidio de María Marta García Belsunce mientras que enumeró una serie de situaciones en las cuales no está vinculada la acción del principal acusado.
“Consideramos al doctor (Diego) Molina Pico una persona honesta. Si estamos acá es porque no archivó la causa en un primer momento”, dijo el defensor.
Esta afirmación del letrado causó la risa de Horacio García Belsunce y varios allegados a la familia de María Marta, que estuvieron entre el público.
Rodríguez Jordán aseguró que el homicidio “solo es agravado por el uso de arma de fuego”, pero que “no hay criminis cause ni alevosía”, tal como solicitó en sus alegatos el fiscal Patricio Ferrari.
“El sustrato de robo no está probado. La sustracción de la bicicleta no puede ser atribuida a Pachelo. Tampoco hubo alevosía. María Marta pudo defenderse, hay lesiones de lucha, si hay lesiones pudo defenderse y no fue sorprendida”, afirmó Rodríguez Jordán.
Luego, el letrado afirmó que a Pachelo “nadie lo vio portando armas, barretas o cajas fuertes”, y que cuando se allanó su vivienda “no se encontraron objetos algunos que pertenezcan a Carrascosa o a María Marta”.
“La acusación tuvo quince años para construir la imagen del señor Pachelo. Nosotros no tenemos que probar nada, tenemos el principio de inocencia. La fiscalía tiene que probar la culpabilidad”, concluyó.