Atlético Paranaense lo eliminó de la Sudamericana. El equipo rosarino estuvo cerca de conseguir el 3-0 para estirar la definición. Pero no marcó el tercer gol y Paranaense liquidó la serie sobre el final.
Newell’s Old Boys jugó un buen partido y venció 2 a 1 a Atlético Paranaense de Brasil en el Estadio Coloso Bielsa del Parque Independencia de Rosario, pero quedó eliminado de la Copa Sudamericana por la derrota 0-3 cosechada en la ida.
Luis Leal anotó los dos goles del conjunto rosarino, que estuvo a un gol del alargue, hasta que Nikao logró el descuento para los visitantes.
Bajo una lluvia constante, Newell’s salió dispuesto a llevarse a Paranaense. Por momentos dispuso del campo y de la pelota, pero generalmente centralizó el juego y terminó los ataques con centros frontales al área, que eran fácilmente rechazados por los defensores o atrapados por el arquero.
Paranaense, en cambio, eligió esperar con mucha gente en su campo, pero por momentos hizo gala de su buen juego y técnica individual.
Sin embargo, Paranaense, un equipo estructurado con el típico espíritu brasileño del juego ofensivo, se regaló a los 36′ en un contraataque: despeje largo de Fontanini a la mediacancha, genialidad de Fértoli para meterla justa al pique de Leal por la izquierda y magistral definición del portugués al palo derecho del arquero para dejar alimentar el sueño de la clasificación.
El complemento fue sumamente intenso y emotivo porque Paranaense atacaba como si fuera el equipo que necesitaba la victoria y se exponía a las réplicas.
Fértoli, la figura de la cancha, mandó un preciso centro a los 20 minutos, Leal metió un gran cabezazo de anticipo y la clavó junto al poste derecho del arco de Santos.
Newell’s acarició el tercero a los 25 minutos cuando Ferroni metió un centro desde la izquierda, que Leal volvió a ganar de cabeza, pero la tiró apenas desviada por el primer palo, solo con el arquero.
Paranaense liquidó la serie a los 40 minutos cuando Guimaraes tocó hacia Lodi por la izquierda, quien llegó al fondo y mandó el centro atrás para que Nikao la tocara de zurda y la metiera abajo, junto al segundo palo.