Natalia Carulias: “Los argentinos necesitamos hacer catarsis todo el tiempo, si es con humor, maravilloso”
La comediante, pionera del stand up en Argentina, presenta su espectáculo "Estamos vivos de pedo", en el que le encuentra la carcajada a los más diversos temas cotidianos, este sábado 1 de octubre en Mar del Plata.
Natalia Carulias.
Natalia Carulias llega a Mar del Plata este sábado para presentar su nuevo unipersonal “Estamos vivos de pedo”, este sábado 1 de octubre a las 21 al Centro de Arte Radio City-Roxy-Melany (San Luis 1750).
La comediante promete “una hora 20 de risas sin parar” según confió en una charla con LA CAPITAL. Es que asegura que se trata de un show en el que pasea por temas cotidianos que cruzan generaciones y que van desde el trabajo, las diferencias en las crianzas de las hijas e hijos antes y ahora, los desafíos de las redes, los olvidos, la pareja, las generaciones “X”, “Milenials”, “Pandemials” y cómo, comparando situaciones, parece que “estamos vivos de pedo”. Y asegura que, si bien, hay alguna referencia a la reciente pandemia, no profundiza porque “yo no quiero ni hablar del tema, creo que la gente tampoco, no desde la negación, sino desde la necesidad de pasar a otra cosa”, confió.
Carulias hace stand up en los escenarios porteños desde hace más de 20 años y hoy integra el exitoso espectáculo “Las chicas de la culpa”, junto a Malena Guinzburg, Fernanda Metilli y Connie Ballarini. Además, escribe sus unipersonales, como el que la vuelve a traer a la ciudad.
-¿Qué es lo que te resulta más desafiante de hacer este género en el que la línea entre lo que sos, lo que te pasa en la realidad y el guión (la ¿ficción?), está desdibujada?
-En mi caso, que soy bastante autorreferencial, la línea entre la ficción y la realidad es muy finita, por lo general es todo más real y dejo la ficción para la parte donde exagero, donde voy a buscar el chiste o la comedia, pero por lo general hago bastante comedia con lo que a mí me pasa, no puedo escapar mucho de eso. Es lo que elijo en algún punto, hablar de mí y poder reírme de lo que me pasa.
Cuando me metí o me meto con temas que en su momento fueron dolorosos, bueno, dejo pasar un tiempito para poder separarme un poco de esa situación. Esto de que el humor es tragedia más tiempo. Y ahí recién puedo reírme de eso y está buenísimo. Hay otras cosas que no necesitan eso porque es solo buscarle la vuelta graciosa y punto.
-¿Qué importancia tiene el poder de observación como recurso para tus monólogos?
-La observación es todo en este género, absolutamente todo porque funciona así, a través de la observación.
En mi caso es extraño porque en la vida soy la persona menos observadora del universo, pero evidentemente donde hay algo que me interesa ahí está mi observación y sobre eso escribo.
-¿Cuánto de la forma de expresión del stand up, del ser graciosa o gracioso, se puede aprender y cuánto viene naturalmente con una o uno?
-En todos los años que di clases, siempre, en la primera clase decía que nadie te puede enseñar a ser gracioso, que si alguien te dice que te va a enseñar a ser gracioso te está mintiendo. Eso viene natural, con vos. Sí podés perfeccionar muchísimo en los cursos a ese gracioso que tenés adentro o podés tenerlo y no saberlo y a través del estudio, que aparezca. Ahora, si no sos gracioso naturalmente, no se puede hacer mucho, nacés con eso, es como un don, viene con uno.
-¿Creés que hoy se puede hablar de un “stand up a la argentina” o argentino?
-Sí, definitivamente hay un stand up argentino. Cuando nosotros empezamos en un momento pensamos que podía ser solo una moda que pase de largo y tratamos de que no suceda eso y no sucedió. Es un género de humor, que vino para quedarse, que está instalado, que cada vez se perfecciona más, cada vez hay más gente haciéndolo, hay un estilo en la gente joven que también lo instaló y está buenísimo, es un género de comedia muy nuestro.
-¿Cuáles te parece que son los motivos por los que ha crecido tanto en el país?
-Creo que creció mucho porque es un tipo de humor que nos gusta escuchar y nos gusta hacer. Creo que a más de uno le gustaría poder hacer standup porque es reírnos de lo cotidiano. Es muy argentino buscarle una vuelta graciosa o ser irónico con algo que nos pasa, que quizás cuando sucede no es tan agradable, pero encontrarle el chiste o la parte graciosa, en algún punto, es como hacer catarsis. Y los argentinos necesitamos hacer catarsis todo el tiempo, si es con humor es maravilloso, por eso creció tanto y va a seguir creciendo este tipo de comedia.
-¿Qué diferencias de trabajo, de preparación te requiere el unipersonal de, por ejemplo, la experiencia de “Las chicas de la culpa” en el que compartís el escenario con colegas del género, pero que también tiene improvisación?
-El unipersonal requiere un laburo grande, en mi caso siempre laburo bajo presión, es mi forma de laburar, en el caos y la presión yo funciono, entonces siempre termino escribiendo a último momento, pero con tantos años que hace que lo hago también sé hasta dónde jugar con eso. Es mucho laburo y siempre lo vas perfeccionando, mejorando, tocando, pero una vez que está armado ya está, te subís al escenario tenés esa base sobre la que jugás.
La diferencia con ‘las chicas’, es que cada show que hacemos es completamente distinto, es como hacer un programa de televisión en teatro, es una de las tantas cosas originales que tiene y es un laburazo. Si bien nosotras nos conocemos un montón y no hay un guión sino una estructura de espectáculo y nosotras improvisamos sobre eso, es muchísimo laburo durante toda la semana. Cambia todos los viernes y es mucho laburo no solo mental porque tenés que estar súper conectada para lograr el objetivo, sino físico, dejamos todo en cada show.