Nadal – Federer, otro capítulo del gran clásico del tenis en París
El español y el suizo ganaron este martes sus partidos de cuartos de final en Roland Garros y se verán las caras una vez más en semifinales.
Soñaba con ello y ya lo ha conseguido. Roland Garros volverá a reeditar el duelo entre el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer, una de las rivalidades más intensas de la historia del deporte.
Recién cumplidos los 33 años, el español derrotó al japonés Kei Nishikori por 6-1, 6-1 y 6-3. A los 37, el helvético se deshizo de su compatriota Stan Wawrinka por 7-6 (4), 4-6, 7-6 (5) y 6-4.
El viernes se vivirá un partido que París ha visto ya cinco veces, siempre con victoria del español. Será la segunda vez que no se produzca en la final y será el decimocuarto duelo entre ambos sobre polvo de ladrillo, en el que el suizo solo cuenta con dos triunfos frente al español.
Ventaja moral para Nadal, que, sin embargo, ha visto cómo los cinco últimos duelos han caído todos del lado del helvético, al que no gana desde las semifinales del Abierto de Australia de 2014. Empate moral para el suizo.
Se agarra a la superficie Nadal, al desafío Federer. A la emoción los espectadores, encantados. Será un duelo clásico pero viejo.
No juegan sobre polvo desde la final de Roma de 2013 y en Roland Garros no se habían cruzado desde la final de 2011.
Es lo que tiene ser tan incombustibles como estos dos tenistas que han protagonizado algunas de las páginas más gloriosas del deporte de la raqueta.
Como cada duelo tiene su particularidad, el del viernes servirá para medir si la recuperación de Nadal es tan buena como ha ido mostrando en el torneo que aspira a conquistar por duodécima vez.
Contra Nishikori dejó una nueva prueba, una de sus victorias más contundentes, pero lograda ante un tenista sin combustible, agotado tras dos maratones previos que aniquilaron las pocas opciones que tenía de entrada.
El español ha alcanzado las semifinales en siete de los ocho torneos que ha disputado esta temporada. Serán las duodécimas en París y, siempre que las ha jugado, ha acabado levantando la copa.
Comparte también optimismo el suizo, que no comparecía desde hace tres años en Roland Garros, templo de la superficie que le da peores réditos. En su regreso, Federer ha dejado notas positivas y solo ha perdido un set, contra un Wawrinka que en su último duelo en París antes de ese intervalo le había apeado precisamente en cuartos de final.
Puede darse por satisfecho el suizo con su regreso, que es ya fantástico pero que puede ser glorioso si lo corona con una victoria frente a Nadal.
Federer se convierte en el primer tenista que suma 70 triunfos en cuartos de final de un Grand Slam. Jugará su octava semifinal en Roland Garros y la cuadragésima cuarta en un grande, un récord.
Antes de que crucen sus raquetas, comenzaron ya el duelo verbal. Federer aseguró que si ha vuelto a jugar sobre tierra es, en buena medida, para medirse a Rafa.
Rafa señaló que no se cree esa afirmación. El español aguarda a un suizo ofensivo cerca de la red. El suizo avisa de que se entrenará contra zurdos para no verse sorprendido por el español. La guerra está declarada.
El torneo aguarda este miércoles a los otros dos semifinalistas. El serbio Novak Djokovic lo intentará ante el alemán Alexander Zverev y el austríaco Dominic Thiem frente al ruso Karen Khachanov.
En el cuadro femenino continuaron las sorpresas. La británica Johanna Konta derrotó a la estadounidense Sloane Stephens, finalista de la pasada edición, por 6-1 y 6-4, y la checa Marketa Vondrousova a la croata Petra Matric por 7-6 (1) y 7-5.
La checa, de 19 años, será la semifinalista más joven en París desde la serbia Ana Ivanovic en 2007.
Konta es la primera británica que alcanza el penúltimo peldaño de París desde Jo Durie en 1983.
Este miércoles se definirá la segunda semifinal. La gran favorita es la rumana Simona Halep, defensora del título, que se medirá a otra adolescente, la estadounidense Amanda Anisimova, de 17 años. La australiana Ashleigh Barty jugará contra la estadounidense Madinson Keys.