Un interno de la cárcel de Batán de 27 años murió este mediodía en el Hospital Interzonal de Agudos a causa de las serias heridas que le provocó otro recluso con una “faca” durante una pelea.

La causa está a cargo del fiscal Leandro Arévalo, quien investiga las causas del infrentamiento y ya imputó al principal sospechoso, un hombre de la localidad de Avellaneda que se encuentra detenido en la Unidad Penal XV de Batán purgando una pena por un homicidio calificado.

Según trascendió, Colman estaba enemistado con Sebastián Avellaneda, un hombre que había sido condenado en 2017 por un homicidio calificado y que, por disposición del Juzgado de Ejecución Penal N°1 de, habían trasladado a Batán desde la Unidad Penitenciaria 6 de Dolares.

Este martes, esa enemistad que Colman Avellaneda llevaban desató en una pelea en la que, en circunstancias que aún son de investigación, Avellaneda habría apuñalado a la víctima con una faca en al menos dos ocasiones.

Colman fue trasladado de urgencia en una ambulancia del Servicio Penitenciario hasta el Hosptial Interzonal. En el nosocomio confirmaron que el hombre tenía dos heridas de arma blanca en el intercostal derecho e inmediatamente lo ingresaron en el quirófano, pero falleció durante la operación por un paro cardiorespiratorio.

El fiscal Arévalo fue hasta la Unidad Penal XV de Batán para tomar declaraciones testimoniales. Por otra parte, aún no hay fecha para la autopsia de Colman.

Una vida de delitos

Pablo Ernesto Colman murió a los 27 años, un mes antes de que se le agotara la pena por el último delito por el que lo condenaron, un encubrimiento en el que los jueces lo consideraron reincidente.

Colman, desde que alcanzó la mayoría de edad, pasó su vida entre delitos, comisarías. Su nombre aparece en un sin fin de causas judiciales, muchas de ellas en las que fue encontrado culpable y condenado.

A los 18 años, en 2009, Colman fue imputado por su primer delito como mayor de edad, al ser detenido portando un arma de fuego. Ese mismo año, fue detenido también por un robo en tentativa, encubrimiento, daño agravado por el fin de impedir el libre ejercicio de la autoridad y evasión.

En 2012, a los 21 años, fue detenido por delitos gravísimos, como robo agravado y portación ilegal de arma de guerra. Ese mismo año, Colman quedó imputado por el asesinato de una persona en una causa de homicidio agravado.

Este año Colman había sido condenado condenado a 8 meses por una causa de “encubrimiento” y, si bien su pena se agotaba en septiembre, los jueces lo habían considerado reincidente.

Pablo Colman, tras una vida signada por delitos y violencia falleció a los 27 años mientras estaba detenido en la Unidad Penal XV de Batán.