Juan Carlos Rodríguez (61), el dueño de una rotisería que había sido baleado en la mañana del martes, murió al no poder recuperarse de las severas lesiones sufridas.

El deceso de Rodríguez se produjo en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), nosocomio al que había sido trasladado desde la puerta de la rotisería de Arturo Alió y Rivadavia, donde ocurrió el ataque.

De acuerdo a la labor investigativa de la policía y del fiscal Alejandro Pellegrinelli, el ataque se habría desencadenado tras una discusión entre los ocupantes de un automóvil y el propio Rodríguez. De esta manera se descartaría el homicidio en ocasión de robo que en algún momento se había impuesto como hipótesis de trabajo.

Los hechos se iniciaron frente a la rotisería “Stop”, ubicada en Arturo Alió al 1800, cuando Rodríguez se enfrascó en un intercambio de palabras con cuatro hombres. Estos habían llegado al lugar en un vehículo, cuyas características ya obran en poder de los investigadores.

Tras discutir, Rodríguez inició el regreso a su rotisería pero el conductor del automóvil fue hasta la esquina de Rivadavia, dobló en “U” y retornó hacia el lugar por donde cruzaba la calle el hombre. En esas circunstancias se produjo el ataque a tiros y uno de los proyectiles dio en la región abdominal del comerciante, quien cayó al piso gravemente herido. Los agresores se dieron a la fuga y la víctima fue trasladada hasta el Hospital Interzonal, donde permaneció en grave estado hasta las últimas horas. Fuentes hospitalarias y judiciales confirmaron pasado el mediodía su fallecimiento.

Los autores del ataque serían personas conocidas de Rodríguez y tanto la Justicia como la policía baraja la posibilidad de alguna deuda de dinero importante.