El hombre de 27 años que había sido apuñalado en el centro murió anoche luego de estar internado casi 48 horas en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA).

Esteban Bellini se hallaba en coma inducido desde la madrugada del lunes, cuando sufrió una herida cortopunzante en la cabeza al ser atacado en circunstancias que son materia de averiguación. Tras ello, fue trasladado al nosocomio local, donde quedó alojado hasta que se produjo su deceso.

El crimen es investigado por la fiscal Constanza Mandagarán, que intenta identificar al autor, con quién la víctima habría discutido algunos minutos antes de ser encontrado herido en la zona de Santa Fe y Rivadavia. En el contexto de dicha discusión, el asesino lo atacó en la cabeza con un elemento puntiagudo, aunque se desconoce de qué tipo: podría haber utilizado una especie de faca, un destornillador, o un objeto similar.

Lo cierto es que, como consecuencia de la agresión, Bellini sufrió una grave lesión en el cráneo y quedó tendido en el piso, mientras que el otro hombre escapó. Transeúntes ocasionales lo vieron allí y dieron aviso de lo que sucedía al Servicio de Emergencias 911. Personal policial arribó al lugar y convocó entonces al SAME, que lo trasladó de urgencia a la guardia del HIGA, dónde lo intubaron y quedó internado.

La fiscal Constanza Mandagarán investiga el caso.

Cerca de las 22 de este martes, y a pesar de los esfuerzos de los médicos, Bellini finalmente falleció. En el transcurso de estos días Mandagarán y sus colaboradores continuarán con la rueda de testimonios el análisis de las imágenes que tomaron las cámaras de seguridad de la zona, en pos del esclarecimiento de lo ocurrido.

Hasta el momento, esas tareas permitieron establecer que la víctima, que sufría adicciones y solía pernoctar en la vía pública algunas noches según contaron familiares suyos, había mantenido una discusión previa con otro hombre en un bar ubicado a pocos metros del lugar donde fue hallada por los testigos.

El de Esteban Bellini se constituye como el décimo homicidio ocurrido en lo que va de 2025. Tres de estos, entre ellos éste, tuvieron como víctimas a personas que suelen merodear las calles o viven en situación de indigencia, producto de la crisis socioeconómica y de padecer enfermedades mentales y adicciones.

Los otros fueron el de Gabriel Osses (48), quien fue estrangulado el pasado 2 de enero en la puerta de un colegio privado ubicado en Catamarca y Saavedra, y el de Walter “Picurú” Sotelo, el 23 de enero siguiente, que estuvo muerto unas 24 horas sobre un colchón hasta que fue descubierto en Balcarce y Victoriano Montes.

El de Osses -investigación que también tiene a su cargo Mandagarán- es el único homicidio del año que no ha sido resuelto todavía: hay un rostro del acusado que se difundió en los medios de comunicación, pero los investigadores todavía no saben su nombre.

El crimen se registró en la noche del jueves 2 de enero, aunque el hallazgo del cadáver ocurrió en horas de la tarde del sábado. El cuerpo estaba junto al paredón lindante con una casa y sobre unas mantas. Al menos así fue como lo encontró el personal del Comando de Patrullas y la comisaría segunda que fueron los primeros en acudir tras el llamado al 911. Los peritos de Policía Científica determinaron, en una inspección ocular preliminar, que había una mecánica homicida, con signos de violencia y con un cordón anudado en el cuello de Osses.

Efectivos realizaron la labor de examinar la zona en busca de imágenes tomadas por cámaras de seguridad que les dieran la posibilidad de reconstruir la llegada de ambos hombres y la fuga del asesino. Así, se fueron sumando segundos de video de diferentes ángulos, en varias cuadras y se logró distinguir, con buena calidad, una fisonomía. Vale decir que se trata de un sector más residencial que comercial, por lo que el acceso a cámaras resulta en ocasiones más problemático para los investigadores.

Por su parte, imputado del homicidio de Sotelo fue detenido Rodolfo Sebastián Benítez, que se encuentra alojado en la Unidad Penal Nº 44 de Batán a disposición de la fiscal María Florencia Salas.

Según la reconstrucción del hecho, Benítes, su pareja y Sotelo se hallaban Balcarce y Victoriano Montes cuando se generó una discusión entre los tres. Tras esa pelea, una testigo vio que Benítez se acercó al colchón donde estaba Sotelo, lo pateó en la cabeza y se fue.

El testigo que vio el golpe no le dio mayor importancia, sin embargo la patada resultó mortal para “Picurú”. Casi 24 horas después, el viernes 24 de enero cerca de las 8 de la mañana, personal de la comisaría cuarta se acercó hasta el lugar y notó que Sotelo no reaccionaba, por lo que solicitó la presencia del cuerpo médico, que constató que estaba muerto. La autopsia luego confirmaría que sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le causó la muerte, por lo que se había tratado de un homicidio.

Benítez fue detenido el domingo 26 de enero en y recién en ese momento supo que había matado a un hombre. Al declarar, confesó haberlo golpeado y se mostró profundamente arrepentido.