El secretario de Economía y Hacienda de la comuna, Hernán Mourelle, impulsa una serie de cambios en el gabinete municipal que tendrían como objetivo final lograr el alejamiento del secretario de Gobierno, de extracción radical, Alejandro Vicente, con quien se encuentra enfrentado.

Mourelle, actuando como si fuera el verdadero intendente de General Pueyrredon, ya le ofreció, según pudo saber LA CAPITAL, el cargo de secretario de Gobierno a al menos tres personas, las cuales lo rechazaron.

Según las fuentes a las que tuvo acceso este medio, solo cuando tenga garantizado el nombre del futuro secretario de Gobierno, Mourelle intentará que Carlos Arroyo respalde las modificaciones que el funcionario de Hacienda considera “vitales” aplicar, a partir del hecho de haberse roto definitivamente las relaciones con el gobierno de la Provincia, desde donde ya se hizo saber que ya no genera ningún tipo de inquietud, sino por el contrario, alientan la salida del intendente del espacio Cambiemos.

“Después de lo que dijo el secretario general de la Gobernación en nombre de María Eugenia Vidal queda más que claro que le abrieron las puertas al intendente para que definitivamente se aleje de Cambiemos. Hay sumas que restan y las encuestas marcan claramente que Arroyo jugando por afuera en los próximos comicios le puede sacar votos a la oposición y no a la coalición gobernante. Las encuestas que manejamos muestran que la ciudadanía no relaciona directamente a Arroyo con Vidal, y en base a esos trabajos se decidió definitivamente, sin vuelta atrás, que el intendente de Mar del Plata no va a representar de ninguna manera a nuestro espacio en las próximas elecciones”, reveló una altísima fuente de la gobernación, lo que pareció avalado más aún por los dichos del ministro de Gobierno, Joaquín De la Torre –otrora enviado por Vidal para intentar “ordenar” el gobierno comunal local, abandonando a los pocos meses esa tarea- cuando sostuvo que Arroyo crea conflictos innecesarios “cuando tiene muchas cosas por resolver”.

Lo cierto es que Mourelle y sus dos o tres asesores directos –a los que el presidente del Concejo Deliberante, Guillermo Sáenz Saralegui, fundador de Agrupación Atlántica, la fuerza política que cobija al jefe comunal, calificó como “vivillos que quieren hacer negocios- consideran que es tiempo de abroquelarse y endurecer posiciones.

Habiendo logrado el objetivo de alejar de la mesa en la que se toman las decisiones al hijo del intendente, el concejal Guillermo Arroyo, y al ex yerno del jefe comunal, el también concejal Mauricio Loria, Mourelle –quien consciente de que no hay vuelta atrás en la recomposición de las relaciones con la Provincia, se dedicó a agraviar y descalificar ante micrófonos amigos a Fabián Perechodnik, mano derecha de la mandataria bonaerense, desconociéndose si contaba con el aval o no para esa tarea del intendente real de la ciudad, Carlos Arroyo-, avanza con su plan de cambio de funcionarios.

“Han logrado cooptar al intendente. Son ellos los que toman las decisiones, desde hace dos meses aproximadamente, y hoy este barco navega sin rumbo. Lo que debería haber sido una salida ordenada se está convirtiendo en un caos”, revela en estricto off the récord uno de los funcionarios del gabinete más dinámicos, quien admite que está dispuesto a presentar su renuncia si se impone “el plan de este muchacho que ha logrado enfrentar al gobierno con todos los sectores de la comunidad y que ahora quiere la cabeza de Vicente, quien ciertamente se ha inmolado políticamente en defensa del intendente”

“Camino indirecto”

Pudo saberse, a través de distintas fuentes oficiales, que el objetivo principal de Mourelle es lograr el alejamiento de Alejandro Vicente, para lo cual se eligió un “camino indirecto”.

Se buscará, en primer lugar, coincide en señalarse, desplazar al actual secretario de Legal y Tecnica, Gustavo Gil de Muro (candidato a juez de faltas), para que ese cargo sea ocupado por el abogado Andrés Barbieri (también con pretensiones, ya descartadas, de ser juez de faltas). Esta movida, según el “plan”, obligaría a renunciar al secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, un histórico del gabinete municipal con el cual Mourelle se ha enfrentado en reiteradas oportunidades, en solidaridad con Gil de Muro, su socio de estudio jurídico.

El polémico funcionario de Lanús ya no oculta el desagrado que siente por los funcionarios radicales, y más aún por los concejales del centenario partido, a los que ha denigrado públicamente. Estiman en su entorno que con el alejamiento de Vicente, inmediatamente se producirá también el del secretario de Obras, el también radical Guillermo De Paz. Todo esto, claro está, en la teoría que esbozan abiertamente los operadores de Mourelle.

En retirada

“El problema es que nadie quiere agarrar un cargo, y menos en los últimos meses, en un gobierno en retirada”, admitía con resignación un colaborador de Hernán Tillous, director de Protocolo de la comuna en confesión ante un concejal del arroyismo.

Si bien la casi totalidad del gabinete municipal se ha inclinado por respaldar a Vicente en su enfrentamiebnto con Mourelle en reiteradas oportunidades, incluso en acaloradas reuniones de gabinete, la realidad demuestra que quien hoy toma las decisiones en el Palacio Municipal es el titular de Hacienda, quien se imagina encabezando la lista de candidatos a concejales por el “arroyismo” en los próximos comicios, teniendo en cuenta que ya en la Provincia, desde donde fue enviado a Mar del Plata, el hombre de Lanús no tiene más cabida.

En cercanías de Vicente y Gil de Muro admiten estar al tanto de la “movida de Mourelle y su grupete”, minimizan las posibilidades de éxito de la jugada pero por las dudas avisan que tienen armas para esgrimir en caso de llegarse al combate final. “Cuando sea a matar o morir quizás sea el momento propicio para hacer trascender en la prensa algunas situaciones un tanto extrañas que están sucediendo con determinados casos de pagos de deudas a proveedores. Ciertas irregularidades que ya en el gabinete son vox populi”, confesaba enigmático un funcionario de segunda línea en Gobierno, radical también.

También Mourelle le hizo saber a sus allegados que se acaba el tiempo para la titular del Ente Municipal de Turismo, Gabriela Magnoler, quien sistemáticamente se viene oponiendo a ceder el manejo de las unidades turísticas fiscales a Economia. Mourelle impulsa a Jose Boubée, director coordinador del Emtur, como sucesor de Magnoler.