El exsecretario de Comercio Interior de la Nación Guillermo Moreno sostuvo hoy, en las deliberaciones de la Semana Social de la Iglesia católica, que “es la primera vez en 70 años que el mundo está hablando de alimento y energía, dos rentas extraordinarias que tiene la Argentina, con lo cual es el momento de este país”.

En la última jornada del tradicional cónclave de la Comisión de Pastoral Social que se desarrolló en Mar del Plata, el exfuncionario expresó que “es el momento de la Argentina, si estamos en condiciones de entre todos construir la administración de la cosa pública, entendiendo al bien común de lo que está sucediendo en el mundo”.

“Tenemos deudas y están para honrarse y de eso no hay dudas, pero no con la sed y el hambre del pueblo argentino, sino con aquellos que tienen la renta extraordinaria”, dijo luego, refiriéndose a la deuda externa.

En esa línea, sostuvo: “la Argentina tiene una oportunidad extraordinaria porque tenemos las rentas extraordinarias, donde el mundo hoy por primera vez en 70 años nos está diciendo que lo que tenemos en casa es lo que sirve: alimento y energía”.

“Es la primera vez que el mundo no nos sopla en contra, es la primera vez que el mundo está hablando de alimento y energía, dos rentas extraordinarias que tiene la Argentina, con lo cual es el momento de la Argentina”, insistió Moreno.

Añadió que “esto es muy sencillo: volvemos a poner orden en la economía; el orden en la economía es superávit fiscal primario, recaudamos más de lo que gastamos y (se tiene) el aporte fundamental de la renta extraordinaria”.

“Tenemos que vender al mundo más de lo que compramos; no hay otra posibilidad porque estamos endeudados. Si esto lo hacemos, generamos rentabilidad desde la micro empresa, desde el sector informal urbano hasta los grupos económicos”, abundó Moreno.

Luego se preguntó “cuáles son las características de una política económica que construye empleo” y se respondió: “Nosotros construimos empleo, pero teníamos superávit fiscal primario. Gastábamos menos de lo que recaudábamos y tenemos que volver a ese superávit; es imposible administrar la Argentina sin superávit fiscal primario”.