Un automóvil se precipitó en las últimas horas por un acantilado del sur del partido de General Pueyrredon y ahora los investigadores buscan esclarecer un hecho que se presenta por demás misterioso.

Personal del Grupo de Rescate de la policía de la provincia de Buenos Aires diseñó un operativo para descender con cuerdas en rapel y verificar que no hubiera personas atrapadas.

Tras establecerse que el automóvil estaba vacío se inició una tarea de investigación tendiendo a ubicar a su propietario.

Según pudo saberse, el Chevrolet Corsa fue hallado a la altura de la calle 515 donde se emplaza el límite sur del barrio Los Acantilados. Allí, en un claro que se produce en la frondosa vegetación, se advirtieron huellas de neumáticos y por allí es que se desbarrancó el vehículo por su posición de caída.

La ausencia de personas provocó misterio aunque existan antecedentes de personas que estacionaron cerca del acantilado y no pusieron correctamente los frenos o los cambios.

Sin embargo, poco después la policía averiguó que se trataba de un vehículo perteneciente a un hombre afincado en el barrio Los Acantilados y que, en realidad, no lo había adquirido él. Un sobrino, al que también ubicaron los policías, contó que le había comprado el automóvil a su tío para que pudiera trabajarlo como remís, pero que un problema vinculado al consumo de alcohol había conspirado contra esa ayuda familiar.

Ahora se trata de saber si el dueño del Chevrolet permitió intencionalmente la caída del vehículo o si todo fue un desperfecto mecánico.

Por lo pronto, el automóvil no pudo aún ser rescatado del nivel de la playa (hay rocas, arena y el mar avanza hasta ese sitio).