Misterio en torno al abogado desaparecido del entorno de Báez
Es apoderado de "Helvetic Service Group SA", la empresa que estaba detrás de SGI, la financiera conocida como "La Rosadita" donde se vio a allegados al empresario Báez contando millones de dólares y euros que aún no está claro de dónde surgieron. Se esfumó en Misiones.
BUENOS AIRES.- Un abogado vinculado al empresario kirchnerista Lázaro Báez, detenido por el delito de lavado de dinero, era buscado intensamente por la justicia y las policías argentina y brasileña, luego de su misteriosa desaparición en la ciudad misionera de Puerto Iguazú.
Se trata de Jorge Chueco, apoderado de “Helvetic Service Group SA”, la empresa que estaba detrás de SGI, la financiera conocida como “La Rosadita” donde se vio a allegados al empresario Báez contando millones de dólares y euros que aún no está claro de dónde surgieron.
Chueco fue mencionado la semana pasada en esa causa por el “arrepentido” Leonardo Fariña, quien lo describió como una persona que tuvo un “rol importante” en el armado legal de la operatoria que investiga el juez federal Sebastián Casanello.
El letrado viajó a Puerto Iguazú hace cinco días, se habría alojado en el hotel Saint George y la hostería Los Helechos y se habría contactado con su ex mujer, Patricia, para supuestamente avisarle que iba a quitarse la vida.
Su ex esposa no tuvo más noticias suyas y viajó hasta la ciudad misionera para denunciar el caso ante la justicia.
“Presiento que está en riesgo de vida. Está siendo amenazado. Me da la sensación de que se ha alejado de su familia para protegernos”, declaró Patricia en diálogo con una radio misionera.
La mujer descartó la posibilidad de un suicidio pero reconoció que Chueco declaró que tenía “una presión enorme”.
El juez de instrucción de la localidad misionera de Puerto Rico, Rubén Lunge, tomo rápida intervención en el asunto y dispuso allanamientos en esos hoteles.
En uno de los establecimientos los investigadores hallaron una carta en la que el abogado habría explicado las razones de su desaparición, no descartándose la posibilidad de un suicidio, además de 1.000 pesos y cerca de 43 mil dólares, dijeron fuentes del caso.
Hasta las últimas horas de este viernes no había precisiones sobre el paradero de Chueco, mientras trascendió que se habría encontrado un cadáver, algo que desde el juzgado se desmintió.
El juez Casanello, a cargo de la investigación por presunto lavado de plata, conocida como “ruta del dinero K”, pidió informes a su par de Misiones para estar al tanto de cualquier novedad.
En tanto, se montó un operativo en Puerto Iguazú con personal de varias dependencias policiales y unidades especiales del Comando Radioeléctrico local. Además, se solicitó colaboración a otras fuerzas de seguridad y “a la Policía Civil de la República Federativa de Brasil”, indicó el diario posadeño Territorio Digital.
Chueco fue mencionado por Fariña como una pieza clave en el armado legal de la operatoria, el fiscal Guillermo Marijuan había pedido su indagatoria el año pasado y el juez Sebastián Casanello planea avanzar en la investigación sobre su papel en la causa.
Fuentes judiciales señalaron a DyN que el abogado “nunca denunció amenazas o pedido seguridad”.
Y en 2013 el fiscal José María Campagnoli lo había acusado además de ser uno de los que extorsionó al financista Federico Elaskar para que vendiera la empresa SGI.
La única vez que habló ante la prensa (con el periodista Omar Lavieri) dijo que él instrumentó la venta de SGI, que trabajaba en “casos especiales” para Austral Construcciones y negó que Báez fuera el dueño de la firma “Helvetic”, una “sociedad suiza inversora de capital”, según él mismo describió.