Mirtha Legrand, la diva de la televisión que pulveriza récords
A sus 90 años, cumple 50 en televisión con la emisión ininterrumpida el mismo programa y el diario español ABC, a traves de su corresponsal en Buenos Aires, Carmen de Carlos, le hizo una extensa nota. Parte de esa nota es la que sigue.
Hasta hace unos días ocupaba un puesto de privilegio en la historia de la televisión argentina. Este mes de enero, su nombre fue más lejos del universo de las estrellas al que está acostumbrada y quedará impreso en letras de molde en el libro Guinnes de los récords. «Almorzando con Mirtha Legrand», el programa de la última diva argentina (y del resto de este lado del continente) cumplió 50 temporadas y su protagonista, con 90 años, lo celebró en Mar del Plata.
No hay en el planeta otro programa que haya permanecido tantos años (medio siglo) en pantalla presentado por la misma persona. El caso de “la señora” o “la chiqui”, como se refieren a la actriz del siglo XX que supo adaptarse (o reinventarse) a los tiempos modernos del periodismo televisivo, es único en el mundo. Pletórica y con el entusiasmo eterno de una chiquilla, la mujer que se anima a criticar, cara a cara, a presidentes sin que estos se atrevan a darle la espalda, celebró emocionada el estreno veraniego y la distinción de su 50 temporada de emisión.
La inocencia (o algo parecido) de la juventud, se ha convertido en la diva de mirada experta, sabia y, según quien esté sentado en su mesa, ácida.
Las cámaras de hoy buscan -y encuentran- en ella, algo diferente: la elegancia adulta, rubia y muy argentina (también es española) de una belleza -cuidada y perfeccionada- modelo María Felix. Eso significa temperamento, carácter, genio y figura.
La dama de 90 años puede ser suave o todo lo contrario. Puede acertar -o no- en sus comentarios pero los defiende sin miedo, como a sí misma cuando el fanatismo político, de los que fueron poder, la elegía como objetivo. La palabra de Mirtha es la palabra de la diosa argentina de la televisión pero también la de una mujer con los pies en la tierra y el corazón entero.
Mirtha, su nombre basta para que Argentina sepa quien es ella. La actriz apasionada que aún recuerda a su marido, Daniel Tinayre, la madre que aprendió a vivir sin su único hijo varón es también la abuela y bisabuela que podría mirarse y encontrar cierto reflejo, en el rostro de su nieta, la actriz Juana Viale, hija de Marcela Tinayre y hermana de su productor, Nacho Viale. La matriarca de la familia Legrand, devora los periódicos, está informada de todo y con 90 años, no olvida una coma de lo que dijo o le dijeron. El tiempo pasa y Mirtha, se queda. El 3 de junio el tiempo dará marcha atrás y ella, hará historia hacia adelante, cumplirá 50 años en antena con el mismo programa.