MIRAMAR (Corresponsal). – Debido a la situación sanitaria del país por la segunda ola de coronavirus, el municipio de General Alvarado, a través de la Dirección de Cultura hizo pública la suspensión, al menos provisoria, de la quinta Bienal Internacional de Arte en Miramar.

Este evento ya clásico en la ciudad, que había tenido ediciones anteriores en 2013, 2015, 2017 y 2019, debía desarrollarse entre el 16 y 25 de abril bajo el lema “Renaciendo”, justamente en alusión a la actualidad que está viviendo el mundo por el Covid-19 y la necesidad de una revalorización a través de las expresiones humanas.

Si bien no fue confirmado, de acuerdo a la evolución anual de la pandemia, este acontecimiento que dejó plasmada su importancia en diversos espacios públicos de la ciudad, podría llegar a efectuarse en noviembre.

“Se informa que por las nuevas medidas de público conocimiento, adoptadas por el gobierno nacional mediante decreto 235/21, se posterga la realización de la quinta Bienal Internacional de Arte”, indicaron desde la organización a través de un comunicado.

“Mantenemos la esperanza de poder concretar este encuentro cuando la situación sanitaria lo permita y dentro de este año; manteniendo el proyecto original en cuanto a artistas invitados y obras proyectadas”, se mencionó en otro de los párrafos.

Por último, se agradeció a “artistas y auspiciantes por estar siempre, seguiremos conectados contándoles las novedades”.

Cabe señalar, que, para esta edición estaba programado completar espacios en el actual Parque de la Bienal, entre ellos, una de las paredes del anfiteatro con la presencia de un colectivo de artistas de Chaco, Corrientes, Buenos Aires y un grupo local.

También, iba a ser intervenido un sector del “Camino del Estudiante” y otros muros cercanos. Asimismo, se proyectaba una nueva “M”, cuyo logo caracteriza a Miramar y la familia como la que ya existe en Punta Hermengo al final del camino costanero hacia el sur.

Una de las novedades salientes, era la creación de un reloj de sol en el trayecto entre el muelle de pescadores y el acceso al vivero dunícola “Florentino Ameghino” junto a una demostración de fotografías y pinturas en tela, aunque esto como tantas otras cuestiones deberán esperar por lo menos unos meses.