Miramar: pidieron la elevación a juicio por el crimen de Carlos Bustamante
La titular de la UFI de General Alvarado, Florencia Salas solicitó la medida ante el Juzgado nº1, en el marco del aberrante asesinato ocurrido en marzo del año pasado en Miramar. Dentro del escrito, se valoran pruebas suficientes contra la única imputada, Verónica González, ex esposa de la víctima por “Homicidio agravado por el vínculo con alevosía”.
Verónica González, al momento de ser detenida. Está imputada por el crimen de su ex marido.
MIRAMAR (Corresponsal).- La fiscal Florencia Salas se presentó este miércoles ante del Juzgado nº1 de Mar del Plata, a cargo de Daniel De Marco, donde solicitó la elevación a juicio por la causa que investiga el crimen de Carlos Bustamante (66), ocurrido la mañana del 22 de marzo del año pasado en Miramar.
Cabe señalar, que la única imputada en el asesinato es Verónica González (51), ex esposa de la víctima quien nunca declaró, dentro en una causa encuadrada como “Homicidio agravado por el vínculo con alevosía”. Esta se encuentra detenida actualmente en la unidad penal nº 50 de Batán y el 22 de enero vence el plazo de la prisión preventiva por lo que Salas, debió trabajar a pasos acelerados para cumplir con la documentación ante la Justicia.
El resultado de la pericia psicológica y psiquiatra realizada por el doctor Guillermo Luján terminó siendo un elemento clave para cerrar el pedido del juicio. Arrojó que González, “comprende claramente la criminalidad de sus actos y puede dirigir sus acciones” por lo que se descartó su inimputabilidad. El caso se produjo en la misma vivienda donde Gastón, el hijo de 12 años del matrimonio, fue estrangulado en 2011 en circunstancias jamás esclarecidas y que son investigadas en el marco de otro expediente.
Además, el documento presentado tras un trabajo minucioso de la fiscal complica aún más a la detenida ya que los fundamentos redundan en los motivos tenidos en consideración por el juez al momento de dictar la prisión preventiva. No obstante, la prueba por excelencia es la de ADN, la cual luego aportó que “la sangre hallada en prendas de Verónica González pertenecía a Carlos Bustamante”.
“Podemos aseverar que la imputada tenía sangre en su musculosa, en la remera manga larga, el jean y hay que destacar que encima de todo eso había un buzo y una campera que tenía puesta. Esa es la prueba por demás importante”, dijo Salas ante LA CAPITAL.
La fiscal valoró también que en el dedo anular de la mujer se encontró “material genético” perteneciente a la víctima, pese a que la imputada se “limpió las manos”.
Salas subrayó, además, que todas las manchas que había en la casa donde fue atacado mortalmente Bustamante pertenecían a él.
“La hipótesis es que ella estuvo en el baño limpiándose la sangre y se acreditó que había sangre limpiada. La cortina del baño tenía sangre y no esta acreditado que la víctima haya ido al baño; y lo mismo en el caso de la habitación de Gastón”, informó uno de los investigadores.
Testimonios
Otras de las pruebas recolectadas en la causa, corresponden a los testimonios de personas que vieron a González en el interior de la finca, salir en horarios claves como antes de las 12. Después fue captada por las cámaras de los bancos y otras de la ciudad.
De todas maneras, el mayor crédito de esta vía investigativa está basado en que la ex mujer de Bustamante salió aquel 22 de marzo de 2019 a las 9 de la casa situada en calle 27 entre 46 y 48 donde ocurrió el crimen.
Después regresó, ya que alrededor de las 11.25 está la constancia de los revendedores de cosméticos quienes llegaron a dejarle el pedido a la propia Verónica González. Estos en su declaración sostuvieron que escucharon a alguien que desde adentro de la propiedad les dijo “ya va, ya va, pero nunca abrió”, aunque estaba la moto de la imputada estacionada afuera.
Otro de los aportes importantes, fue el de Susana, la hermana de Verónica González, quien dijo, “me llamó para que reciba a los revendedores de TSU porque ella estaba en el baño y no había podido llegar a abrir”. Este dato acreditó que estaba dentro de la casa al momento de que Carlos Bustamante ya había sido brutalmente golpeado y agonizaba.
Persianas, perros y llamadas
Vecinos citados a declarar, también aportaron que “esa mañana les llamó la atención que las persianas estuvieran bajas cuando siempre permanecían altas y que los perros olfateaban por debajo de la puerta de entrada”.
“También sumamos un listado de once llamadas entrantes al teléfono fijo, desde el celular de Carlos, realizadas presuntamente por Verónica González en un intento desesperado por ocultar cualquier responsabilidad por el hecho, pero nosotros acreditamos que estaba en el interior de la finca”, concluyó Salas.