Miramar: La construcción vive un período de recesión por la inestabilidad económica
Funcionarios y profesionales coincidieron que existe una merma considerable en las obras privadas. La crisis económica afectó los ingresos, el acceso al crédito y capacidad de ahorro.
MIRAMAR (Corresponsal).- La crisis económica es un disparador inevitable de situaciones recesivas en diversos ámbitos y por ende el desarrollo de los emprendimientos edilicios privados en una ciudad pequeña como Miramar es altamente vinculante.
En ese contexto, LA CAPITAL recogió testimonios políticos y profesionales que brindaron un análisis actual de distintos proyectos locales que se ven con intermitencias o directamente frenados por los altos costos que se deben afrontar producto de una inflación que aprieta el bolsillo de los argentinos.
“Entre 2011 y 2013 se vio un crecimiento importante de la construcción de algunos edificios en altura, además de viviendas unifamiliares en barrios periféricos. Actualmente, no se están ejecutando obras que involucren importantes superficies o inversiones privadas”, declaró a este diario, el titular del Colegio de Arquitectos local, Enrique Malbrán.
“En este último año vivimos una fuerte crisis económica que afectó los ingresos, el acceso al crédito y la capacidad de ahorro de todos. Actualmente en Miramar, si bien la obra no está paralizada, se ejecutan mayoritariamente aquellas iniciadas en años anteriores que avanzan mucho más lentamente que períodos anteriores”, agregó
Por su parte, el director municipal de Planeamiento Urbano y Vivienda, Diego Vega, también analizó esta cruda realidad: “La situación es bastante preocupante, en las últimas semana estamos realizando distintos trabajos de estadística para comprender con números duros la realidad”.
“Comparando la cantidad de expedientes en cuanto obra nueva o ampliación presentados en los últimos tres años y la proyección actual, durante 2015 se presentaron 945, 270 en 2016, 140 en 2017, en los primeros 6 meses de este año, sólo 54”, dijo el funcionario.
Asimismo, Vega fue más allá y brindó un panorama de la cadena comercial. “Esto se traduce en menos trabajo para el corralón, el albañil, plomero y todos aquellos actores relacionados. Alcanza con pasar por los corralones y ver que no hay gente, los empleados que atendían se los observa limpiando”, amplió.
Realidad en números
El análisis estadístico del Colegio de Arquitectos también es claro con respecto a los proyectos iniciados o en vías de desarrollo. “Como no se veía desde hacía varios años hay empresas y mano de obra de buena calidad desocupadas.
En nuestra Delegación ingresaron desde octubre del 2017 hasta marzo del 2018, apenas 26 expedientes por la Tarea de Proyecto por una superficie de 2.992 m2, que representa sólo el 0,90 % de la superficie planificada por todo el Distrito IX”, destacó Malbrán.
“Hay que tener en cuenta que para cuando un proyecto está en condiciones de comenzarse a construir hay un trabajo previo de gestión de aproximadamente 2 años. Aunque los resultados de la actual crisis ya se dejan sentir, los verdaderos alcances se verán reflejados cuando cerremos las estadísticas del corriente año”, reflejó.
Obras clandestinas
El desarrollo de emprendimientos particulares clandestinos es otras de las cuestiones que impactan en esta realidad, sobre todo en los barrios periféricos de Miramar.
“La situación es por demás compleja, actualmente en la ciudad hay más de 3000 viviendas clandestinas, más del doble de las declaradas en los últimos 3 años. Además, muchas veces tienen problemas de dominio y desde el municipio se está trabajando particularmente sobre este tema, dando charlas por los distintos barrios y gestionando de manera gratuita las escrituras de esos lotes”, manifestó el Titular de Planeamiento Urbano y Vivienda.
“Además se plantea que muchas veces se construye en zonas inundables, ya sea por desconocimiento o por no contar con asesoramiento profesional”, se explayó Vega.
“La ejecución de obras sin aprobación supone dos importantes problemas, la falta de control municipal, que se pierde así de recaudar los derechos de construcción y sanitarios, y luego, los correspondientes impuestos que tanto hacen falta en el desfinanciado presupuesto de la comuna. Por otro, lo que es más grave aún, la no intervención de un profesional en el proyecto, ejecución y dirección técnica”, sumó Malbrán.
Accesibilidad
Miramar es una ciudad con inconvenientes sobre accesibilidad, se ve en muchos edificios viejos falta de adaptación con rampas y otras incomodidades, pero sobre todo también construcciones nuevas que no se actualizaron a la realidad de personas con discapacidad.
“El concepto de ‘accesibilidad’ debe ampliarse a todas las construcciones, sean públicas o privadas, y a toda la población. Es un tema que tiene aristas esencialmente reglamentarias pero los cambios son siempre culturales, todos debemos crear conciencia y cooperar”, recalcó Malbrán.
“La normativa vigente requiere de una actualización basada en la ultima ley nacional de accesibilidad N° 24314, que con su anexo gráfico detalla especificamente las adecuaciones en términos urbanísticos sobre las construcciones referidas a materialidad, tratamiento de desniveles , elementos urbanos , accesos y texturas, entre otras cosas”, detalló su colega, Silvia Rodríguez.
Por último, con respecto a este tema, Diego Vega reconoció que, “el municipio está trabajando para hacer un plan de rampas accesibles, tanto en Miramar como en el resto de las localidades”.