Mientras sigue en su cargo, el juez Poderti prepara su defensa por el robo de monedas
El supuesto robo de monedas de una caja de seguridad judicial y secuestradas a un narcotraficante se le atribuye al juez de Mar del Plata, Martín Poderti, El 14 de agosto debe presentarse a declarar.
Martín Poderti, juez del Tribunal Oral Criminal Federal de Mar del Plata.
Martín Poderti, juez del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, deberá presentarse en dos semanas para prestar declaración indagatoria en la causa que se le sigue por el robo de monedas de oro cuando era secretario de un juzgado de San Isidro.
El próximo 14 de agosto, Poderti será indagado por el juez Emiliano Canicoba Corral del departamento judicial San Martín, donde recayó la causa luego de que los magistrados sanisidrenses se excusaran de intervenir.
Mientras tanto, Poderti continúa con normalidad su labor en el Tribunal de Mar del Plata, donde esta semana se suspendió el comienzo de un juicio que lo tenía como juez unipersonal tras la recusación hecha por la defensa de Hugo “Coco” Esteban, uno de los imputados de lavado de dinero.
A Poderti se lo acusa de haberse apoderado de 144 monedas de oro que el juzgado para el cual trabajaba tenía bajo custodia por pertenecer al empresario narcotraficante Gustavo Sancho. Las monedas son 59 unidades de Krugerrand, la tradicional moneda de oro sudafricana acuñada por primera vez en el año 1967.
También hay en el inventario de monedas robadas, 28 piezas de mexicanos de Estados Unidos, 54 libras, 2 monedas de 100 soles y una de 100 yuanes.
Para el fiscal Paul Starc hay sobradas pruebas de que Poderti, aprovechándose del acceso que le habilitaba su rol de secretario del juzgado federal N°2 de San Isidro, efectuó varias visitas a la caja de seguridad del Banco Nación de esa localidad.
Monedas Krugerrand, de Sudáfrica.
Debido a que los ingresos quedan documentados, se estableció que usando su DNI y con la llave perteneciente al juzgado, Poderti extrajo las monedas de la caja de seguridad 8-44 en 19 días diferentes, entre el 26 de diciembre de 2019 y el 9 de febrero de 2023.
A raíz de estos hechos, descubiertos y denunciados por el secretario que reemplazó a Poderti en San Isidro, se tomaron una serie de medidas que sorprendieron a todo el mundo judicial. En especial el hecho de que se permitiera allanar un tribunal federal, (en verdad, solo el despacho de Poderti), y secuestrar elementos de uso personal de un juez.
Porque el pasado 3 de julio, miembros de Interpol y de la Policía Federal irrumpieron en el edificio de Luro y entre Santiago del Estero y Santa Fe, y se apoderaron de la computadora de Poderti y dos teléfonos celulares. Al día siguiente ser requisó su automóvil Ford Focus.
La situación procesal de Poderti no le impidió seguir con su trabajo, firmando despachos e incluso actuando como juez de ejecución, ya que el Tribunal Oral Federal tiene esa facultad, a diferencia de la justicia ordinaria que tiene jueces específicos para el control del cumplimiento de una condena.
Lo cierto es que Poderti prosiguió con su tareas y trascendió que antes de la feria finalizada el viernes pasado, se pronunció ante sus compañeros de Tribunal y demás personas que trabajan en ese cuerpo. Si bien no se filtró lo que expuso, solo pudo saberse que dijo estar asombrado y tener las explicación para lo sucedido.
Vale recordar que Poderti cuenta con fueros por su condición de juez de la Nación pero esa “protección” solo se activa al momento de ser detenido o ir preso. En el resto del proceso penal tiene las mismas obligaciones que cualquier ciudadano, de modo que no puede negarse a las audiencias indagatorias, aunque sí no presentarse hasta la rebeldía, tal como sucedió con el fiscal Carlos Stornelli, por ejemplo.