Gabriel Mestre se mostró profundamente agradecido por el acto de reconocimiento a su tarea como obispo que realizó ese jueves el Concejo Deliberante a partir de su nombramiento como arzobispo de La Plata y convocó, en medio del clima electoral y ante el “termómetro particular” que dejaron las PASO, “a profundizar el diálogo más que nunca” para “defender el bien común”.

“Tengo la alegría de recibir, con humildad y orgullo, que el Concejo me haga este gesto de despedida. Lo hago con mucha gratitud, consiente de que más allá de mi humana fragilidad, intenté llevar adelante en este ámbito la búsqueda del bien común y el cuidado de los más postergados en un marco de diálogo sereno y no politiquero”, reflexionó Mestre en diálogo con LA CAPITAL.

El obispo destacó la cantidad de “mensajes positivos” que ha recibido en estas semanas de parte de la comunidad marplatense y, con humildad, dijo: “La cosecha es mucho más grande de lo que en realidad me merecería, por lo cual estoy profundamente agradecido de haber podido colaborar”.

Consultado por el escenario político tras el desarrollo de las PASO, Mestre aseguró que “la iglesia puede ser un buen interlocutor” ante “algunas temáticas” porque “no entra en el juego de la política partidaria”.

“Más que nunca se necesita dialogar”, subrayó y luego señaló que las elecciones del domingo marcaron “un termómetro particular” de “una situación social compleja”, pero “no solo en torno a los emergentes de la pobreza y la indigencia”, sino también en otras temáticas como “la educación, el tema de la inflación y este resultado de tres tercios, que plantea un panorama distinto al que veníamos acostumbrados”.

“Acá el tema es cuidar el bien común, tenerlo presente, privilegiando a los más desposeídos y más descartados”, dijo Mestre, sin opinar sobre los candidatos e insistió: “Es el mensaje que en este momento tenemos que llevar adelante, sobre todo de acá a las elecciones de octubre, en la cual como ciudadanos de una democracia representativa, vamos a votar”.