Messi, el Einstein del fútbol
El "10" de la Selección Argentina comprende como nadie la relación del espacio, tiempo y gravedad.
Por Juan Miguel Alvarez
Desde Buenos Aires
Messi es excepcional, no cabe duda. Es capaz de hacer que lo increíble sea cada vez más probable.
Cuando el capitán de la Selección Argentina acomodó el balón para ejecutar el tiro libre frente a Ecuador, el 80 por ciento de los espectadores en el estadio Monumental encuadraron con las pantallas de sus celulares su figura y el arco. Los restantes se prepararon con fascinación para apreciar directamente con sus ojos la nueva obra del brillante artista. Todos, pero todos, imaginaron el final. No es necesario ser adivino para hacerlo.
El movimiento del balón es el resultado de la fuerza y altura del golpeo. La física está claramente involucrada en el fútbol. Así como la técnica y la repetición. Porque Messi no era un ejecutante brillante 15 años atrás. Se perfeccionó para ser, también, el mejor en eso.
Si el fútbol fuera una ciencia, Messi sería Einstein. Muchas veces su cuerpo permanece quieto en el campo, pero el cerebro no deja de trabajar. El “10” todo lo sabe. Por dónde se desarrolla la jugada, cómo se mueven los compañeros, qué posición tienen los rivales, cuáles son los espacios libres. Recibe la pelota y confluyen concepto e inspiración. A toda su sabiduría le agrega el proceso creativo y su talento extraordinario.
Hace cálculos en intervalos minúsculos de tiempo para ejecutar veloces paredes, cambios de dirección abruptos, pases milimétricos o remates certeros. La precisión de su obra es notable.
Dante Panzeri dijo que el fútbol es dinámica de lo impensado. Definición que se adapta a algunas circunstancias del juego y que representa de forma cabal muchos partidos.
Con la pelota, Messi es impredecible. Pero su historia siempre parece que está escrita. Vaya paradoja.
Puede ser el más influyente, pero nunca logra las cosas solo. Ni en Barcelona, PSG, Inter Miami o la Selección Argentina. Porque el fútbol es un juego colectivo.
Este jueves el capitán necesitó, sobre todo, un escudero como Cristian “Cuti” Romero, destacado no precisamente por cuestiones vinculadas a lo creativo, sino más bien por su fortaleza para defender. Sus anticipos, cruces y barridas al límite despertaron a la gente, que respondió con más de una merecida ovación. Para hacerlo con eficacia también necesitó el competente conocimiento de tiempo/espacio.
Es decir, moverse o lanzarse en el momento justo. Con su admirable determinación. Se cree “He-man”, definió Lionel Scaloni en conferencia de prensa.
Cosa de superhéroes. O de simples mortales que resaltan en lo suyo. Messi se destaca mucho. Tanto como para ser considerado uno de los mejores de la historia. Es el Einsten del fútbol.