MIRAMAR (Corresponsal).- Pasan los años y el caso Melmann sigue entristeciendo a Miramar ya que en febrero de 2001, tras el aberrante crimen de la adolescente de 15 años esta tranquila ciudad entró en la principal escena policial del país. El estremecedor caso cobró mucha mayor fuerza por la participación determinada de miembros de la policía bonaerense.

La investigación primaria, el juicio y las condenas a prisión perpetua recayeron sobre Ricardo Suárez, Oscar Echenique y Ricardo Anselmini, quienes actualmente gozan del beneficio de salidas transitorias.

Por otra parte, la víctima de este caso, una chica que tenía toda la vida por delante parece aún no poder descansar en paz y sus padres siguen en la lucha incansable de buscar a todos aquellos que consideran partícipes del hecho.

Tras 17 años de pelea, llegó el juicio esperado por Gustavo Melmann y Laura Calampuca, quienes siguen la causa juntos aunque la vida y el desgaste caló hondo en el seno familiar. El propio padre de Natalia Melmann reconoció hace poco ante LA CAPITAL que, “tanto él como Laura tienen algunos problemas de salud” y que “lógicamente la familia quedó destrozada desde aquel fatídico 4 de febrero de 2001”, donde desapareció Natalia y tras algunos días de intensa búsqueda se localizó su cuerpo tapado con ramas dentro de una improvisada fosa en el interior del vivero dunícola.

La querella consideraba a Panadero tan responsable como los otros tres efectivos de la bonaerense, en el secuestro, violación, tortura y asesinato de la joven. Eso abría un camino a la ilusión de la familia; con expectativas también esperaba que la investigación reabierta continuara con “el quinto ADN, encontrado en el cuerpo de la joven”.

Superadas todas las instancias de declaraciones y el aporte de testigos que parecían complicar en primera instancia la situación del sargento Panadero, luego algunos de los argumentos fueron debilitándose y la situación cambiando hasta llegar el veredicto.

Presagio y reacciones

Si bien ante un fallo tan resonante, suele haber una prevención de las fuerzas de seguridad, el vallado, efectivos y otras las medidas de seguridad dispuestas en las inmediaciones de los Tribunales de Mar del Plata hacían prever un desenlace al menos polémico.

Finalmente, el TOC Nº4, integrado por los jueces, Jorge Peralta, Fabián Riquert y Juan Manuel Sueyro, consideró que “el resultado del ADN de un vello púbico masculino encontrado en el cuerpo de Natalia Melmann y los testimonios de testigos de la fiscalía y la querella, no alcanzan para condenar a Panadero”, quien ya había sido sobreseído anteriormente en tres ocasiones.

Más allá de los enfrentamientos fuera de Tribunales con piedras y accionar policial con balas de goma, las reacciones no se hicieron esperar a través de las redes sociales, con diferentes posturas en la ciudad aunque sin dejar de reconocer el lamentable destino de la infortunada chica.

El caso Melmann parece no tener fin y las marchas cada 4 de febrero suelen tener una convocatoria irregular. El paso del tiempo, la desesperanza y vorágine de la vida diaria hicieron mella sobre la memoria muchos vecinos de los que antes acompañaban incondicionalmente.

Pese a esto, el accionar de Gustavo, Laura, sus otros hijos y organizaciones sociales, continúa. Ellos, como

mencionaron “seguirán luchando para que se logre la condena de todos los responsables”.
Natalia era inteligente, abanderada de su colegio y según relataron conocidos alguna vez, “muy buena compañera”. Una fatídica noche todo se desvaneció, con sólo 15 años dejó este mundo de una forma absurda.