“Me decían muñeca brava, pero tengo una hermosa bipolaridad”
El miércoles que viene desde el Provincial, Adriana Varela propondrá su show íntimo de tangos. La cantante de voz poderosa habla sobre su último disco, "Avellaneda", en el que reversiona clásicos del rock nacional.
Adriana Varela.
“Creo que el arte es erotizante, porque el arte es eros”, confiesa Adriana Varela, antes de desembarcar en Mar del Plata por segunda vez durante este verano. El miércoles que viene realizará un nuevo show de tangos junto al pianista Marcelo Macri en el Teatro Provincial. Ambos apostarán a un espectáculo íntimo y atravesado por el mismo concepto que usan los músicos de jazz, acostumbrados a ajustarse a la improvisación. “El me sigue musicalmente, yo lo sigo a él, es una impronta complicada de hacer en el tango, por eso este dueto que hacemos con Marcelo tuvo mucho éxito”, asegura a LA CAPITAL.
– Es decir, es un show que va hacia la libertad creativa.
– Sí, exactamente, como todo lo que yo trato de hacer, lo que hago tiene que ver con esa palabrita que en verdad no la bastardeo, me la callo, pero es eso, para mi el arte tiene que ver con eso.
– ¿Por qué no querés bastardear la palabra libertad?
– No la botoneo, no la digo siempre, no la estoy diciendo, no la uso, la actúo. Eso quiero decir.
El rock de Avellaneda
Amena, divertida, la cantante acaba de editar un disco con versiones personalísimas del rock argentino. Se llama “Avellaneda”, la ciudad de la que es oriunda y en la que conoció la doble espesura del rock: letras más actitud.
“La actitud del rock en los años en que yo lo descubrí, los `60, los `70, era una actitud despojada, atrevida, vanguardista, no se subía al establishment, era una actitud libre, eso lo llevo en la sangre y nunca lo pude disimular, aún cantando tangos”, cuenta.
Y asegura que el flamante disco verá la luz formalmente en un teatro porteño después del Mundial del Fútbol y acaso después de algunas de las giras por la Europa anglosajona que tiene previsto realizar en 2018. “Yo soy hija del rock, empecé en el rock. Este disco tiene que ver con mi infancia y con mi adolescencia, por eso le puse Avellaneda porque de ahí soy y ahí surge el rock en mi, es un disco que adoro. Totalmente generacional: es un homenaje a la gente de mi generación y a los artistas de mi generación”.
– ¿Y con esa actitud rockera, qué cosa del tango te hizo vibrar?
– En los ’90, cuando no pasaba nada musicalmente a nivel rock yo me quedé medio huérfana de rock. Me refugié en los anteriores, Spinetta, Prince, Zeppelin, Serú, Fito, porque no estaba pasando nada nuevo. Y fui como una androide, se ve que mi inconsciente me llevó a buscar algo desconocido y ahí me encuentro con el tango que me abrió un panorama majestuoso de lo que es la poesía, y fundamentalmente de los hombres que me cobijaron: El Polaco, Salgán y que fueron los que me iniciaron de alguna manera.
– ¿Qué tan diferente es la actitud del tanguero, arrabalero y orillero a la del rockero?
– El tanguero como El Polaco no tiene nada de diferente al rockero. El tanguero que se pone en una postura de gomina, simbólicamente, que está sobreadaptado, grita y alarga. Y esa es una escuela que se pudrió un poco en los ’60. Ni Nelly Omar, ni Carlos Gardel, ni Ruiz, ni Goyeneche gritaban. Yo me basé en esos genios que para mí son vanguardia. Lo clásico sin careteo.
– ¿Cuánto dice la voz de una persona? Te lo pregunto como fonoaudióloga…
– Te voy a contestar a nivel psicoanalítico. Lacan dice que la pulsión más fuerte es la pulsión de la voz. Creo que te contesté. Aparte nosotros somos lenguaje, si no seríamos perros, gatos, pero somos lenguaje interior, que está en la cabeza, y después lo verbalizamos en un lenguaje articulado, manifiesto.
– En ese sentido, ¿te referenciás en los atributos que tiene tu voz?
– A mí me decían muñeca brava, pero tengo una hermosa bipolaridad. Todos tenemos una mitad de fortaleza, porque hoy no nos queda otra que arrancar, si somos frágiles no podemos tirar para adelante. Y después tenemos otra mitad de fragilidad y de vulnerabilidad. Dije bipolaridad por una cosa graciosa, yo creo que la mujer de hoy tiene hiper desarrollada la fortaleza para poder sobrevivir y a veces se cansa y no puede más y entonces la fragilidad, digamos, la manifiesta en su casa, puertas para adentro.
– ¿Qué te genera el hecho de que tu voz tan particular seduzca a muchos hombres?
– Me lo dicen desde que empecé pero yo no soy consciente, no voy por la vida ni por el escenario pensando eso, te lo juro por mis hijos. En la vida cotidiana, si me gusta un tipo y viceversa bingo, es como con cualquier mina, pero no me pasa con el tema de la exposición, para nada. Si me ves arreglada es porque de chiquita siempre me gustó arreglarme, pero después no. A mí me puede la comunicación desde otro lado, creo que el arte es erotizante, porque el arte es eros.