Dicen que flota “buena química” y que “hay equipo” en el renovado elenco de “Perdida Mente”, la comedia que llegó la temporada pasada y que este verano redobló la apuesta. Lo dicen “las nuevas” del grupo: Mirta Wons, Emilia Mazzer e Iliana Calabró.

Las tres actrices se suman al éxito del año pasado, con Leonor Benedetto y Ana María Picchio como figuras estelares y quienes llevan adelante una historia que, con humor, habla de la enfermedad, de la pérdida de memoria y de los dilemas familiares, entre otros temas.

Fueron justamente ambas actrices (Benedetto y Picchio) las que se quedaron, el año pasado, con un premio Estrella de Mar compartido por la gran labor que realizan en la obra dirigida por José María Muscari. Nuevamente, la pieza sube a escena desde el escenario del Teatro Atlas.

“Estrenamos en Mar del Plata y fue súper vital la reacción de la gente”, dijo Mazzer. “Que (Carlos) Rottemberg apueste a una segunda temporada es una jugada interesante que nos emociona, que nos gusta”, agregó la destacada actriz.

Wons, divertida, habla de la buena energía entre las cinco. “Somos un muy buen equipo y tenemos una gran química, las cinco nos divertimos mucho, hay que pasarla bien. Nosotras nos divertimos, nos conectamos mucho y la gente eso lo percibe y lo disfruta”, indicó.

Además, entendió que el humor es central a la hora de enfrentar el contexto socioeconómico que atraviesa la Argentina. “Disfruten, no nos olvidemos de disfrutar y de divertinos en épocas en que todo tira para abajo“. Y en su respuesta, Mazzer agregó: “Terraza, terraza, nunca sótano”, como mantra para aliviar el bajón.

Para Iliana Calabró, en tanto, el reciente estreno confirmó que “el público está predispuesto” para esta historia. “Las cosas que despierta ‘Perdida Mente’ son aplausos, carcajadas y, relajadamente, la gente puede ir a lugares muy profundos, en esta empatía, en esta identificación”, agrega la actriz.

Porque a la “hoguera de las vanidades” que proponen los personajes, aparecen relaciones familiares que se quiebran, amistades que se enrarecen y un vínculo entrañable que se mantiene a pesar de todo.

“Eso hace que la gente baile, cante y se ría, en una hora y media que dura la obra. Y más allá de pasarla bien, el contenido se lo llevan a su casa, porque la obra sigue trabajando en el subconsciente con todas las frases” que dicen los diversos personajes de esta obra de teatro.

Mazzer también acotó: “Fue una decisión importante de nuestro productor que las entradas quedaran al mismo precio que el año pasado. Es un beneficio importante para la gente y hace que sea una propuesta atractiva para este verano en que se cumplen los 150 años de Mar del Plata”.