El endurecimiento de las medidas para evitar la propagación del coronavirus en el país trajo aparejado un impacto inédito: se duplicó la demanda de clientes en los mayoristas y colapsaron los locales de la ciudad.

La excesiva precaución y el temor a un desabastecimiento en caso de que el país entre en cuarentena provocó demoras de más de una hora en los establecimientos de venta mayorista de alimentos de la ciudad.

Por ejemplo, ayer al mediodía, la fila para abonar en las cajas de Makro superaba los 200 metros, mientras que en otros locales como Hergo, la aplicación de un protocolo de ingreso “responsable” mantenía a más 50 personas afuera, esperando su turno para ingresar.

“Si bien estábamos preparados, nos sorprendió muchísimo la cantidad de gente. Desde el viernes se duplicó la afluencia de público”, aseguró a LA CAPITAL Daniel Hernández, presidente del mayorista Hergo.

Para el empresario, la conducta se debe al “nerviosismo” de la gente ante una situación desconocida. “El temor puede llevarlo a abastecerse de manera poco habitual”, señaló, aunque aclaró que “hay productos suficientes”.

“Queremos dejar en claro que no tenemos problemas con el abastecimiento. Quizás alguien toma una foto de una góndola vacía pero es porque no se llega con el tiempo a la reposición”, explicó, al tiempo que garantizó que las compañías están entregando mercadería y “no hay aumento de precios”.

“Esta es una empresa marplatense que no solo no tuvo aumento de precios, sino que no se nos ocurriría hacerlo en este contexto”, señaló.

Según un relevamiento que hizo LA CAPITAL por diferentes locales similares en la ciudad, entre los productos más comprados este fin de semana se destacan las conservas y los fideos, entre otros alimentos con vencimiento a largo plazo. El alcohol en gel y otros productos de higiene como la lavandina y el papel higiénico, también lideraron los primeros puestos en la lista.

Por otra parte, fuentes consultas de Makro, aseguraron que el incremento de clientes comenzó a advertirse el viernes, “después de la cadena nacional del Presidente”. “Ya el sábado, con el adelanto en algunos medios de la suspensión de clases, mucha gente vino a comprar”, indicaron, y aseguraron que, en línea con lo señalado por mayoristas de Capital Federal, el nivel de ventas fue similar al de los días previos a Navidad.

Lo extraordinario de la situación también se vio reflejado en quiénes acudían a los locales, ya que desde el mayorista aseguraron que “no eran sólo los clientes habituales, sino también gente que no suele hacer sus compras de esta manera”.

Por las dudas

En un Makro colapsado, Sofía recorre junto a hija menor las góndolas de lácteos. Consultada por LA CAPITAL aseguró que “siempre” hace las compras en el mayorista, pero que en esta oportunidad tuvo en cuentas otras precauciones.

“Vengo siempre, pero las verdad es que me llevo algunas cosas más por las dudas, sobre todo si recomiendan no salir mucho de nuestras casas”, señaló.

A unos metros, una pareja de jóvenes espera su turno en la caja. Salvo la harina y el papel higiénico, que lleva un pack de varios ítems cada uno, no tienen en su carrito grandes cantidades de alimentos.

“Vinimos porque justo lo teníamos planeado, pero hay muchísima gente. Yo creo que la gente ve las imágenes de lo que está pasando en Europa, que los supermercados están vacíos, y les da miedo y vienen. Hay que tener cautela”, señaló ella.

Las largas filas también sorprendieron a Juan, que debió elegir hacer las compras en Makro ante la imposibilidad de entrar en Hergo.

“Fui con mi mamá hasta Hergo, pero había muchísima gente esperando para entrar, entonces nos vinimos acá, que igual también hay un montón de gente”, señaló, resignado, mientras jugaba con el celular.