El diputado Máximo Kirchner defendió hoy los negocios de la sociedad familiar Hotesur con el detenido Lázaro Báez, sostuvo que actuó como “mandatario” de sus padres y pidió ser sobreseído, al presentarse a declaración indagatoria en esa causa penal.

Máximo arribó a los tribunales federales de Retiro a las 9.43, subió al juzgado de Julián Ercolini y, en un trámite de 25 minutos, escuchó la lectura de los cargos en su contra y entregó un escrito, sin contestar preguntas, informaron a Télam fuentes judiciales.

El diputado arribó en una camioneta Ford Ranger blanca que traspasó a toda velocidad la reja colocada en el acceso sobre la calle Letonia, donde lo esperaba un grupo de diputados de La Cámpora a quienes no se les permitió entrar.

Visiblemente más delgado, el hijo de la ex presidenta Cristina Kirchner ingresó en silencio por una puerta lateral y subió al cuarto piso por un ascensor que se bloquea al público para estos casos.

Ante el juez y el fiscal federal Gerardo Pollicita sólo dejó un escrito que en gran parte remitió al entregado el jueves pasado por su madre , la ex presidenta Cristina Kirchner, por ejemplo al tildar de “absurda” la acusación de lavado de activos en su contra.

La ahora senadora electa fue indagada la semana pasada en la misma causa que investiga supuestos alquileres a beneficiarios de obra pública en el kirchnerismo como parte de un supuesto pago de “retornos”.

En primer lugar, el hijo mayor de los Kirchner sostuvo que actuó como “mandatario” de sus padres entre 2005 y 2009 en los negocios en base a “la relación familiar y de confianza existente”.

Máximo aseguró que se atuvo “en todo momento a los límites del mandato conferido, con estricto apego a ley y con la transparencia que siempre caracterizó a todas las operaciones comerciales realizadas por nuestra familia”.

“Ya sea como mandatario de Néstor Kirchner, administrador de su sucesión o en representación de Hotesur SA suscribí contratos de alquiler en cumplimiento de los deberes asignados”.

El diputado agregó que “las condiciones contractuales convenidas son absolutamente lícitas y se ajustaron a los parámetros del mercado”.

“Esta presunta maniobra de lavado, reitero más allá de su absoluta falsedad, jamás podría importar una operatoria de lavado de activos, toda vez que ese dinero de principio a fin circuló dentro del sistema financiero legal”, argumentó en el escrito.

Además, Máximo sostuvo que las relaciones comerciales “eran reales y no simuladas”.

“Si los pagos recibidos no fuesen un canon locativo sino ‘retornos’ debería aceptarse que durante caso cinco años Báez, además de ser ‘beneficiado’ con la obra pública, también dispuso gratuitamente de dos hoteles, con los cuales obtuvo ingresos millonarios a cambio de nada”, agregó.

También, argumentó que “la asignación de obra pública en favor de Báez y los supuestos retornos tampoco guardan proporción alguna”.

“Escapa al más elemental sentido común suponer que desde la Presidencia de la Nación se va a armar una megaestructura para beneficiar en sumas multimillonarias a un empresario amigo y obtener a cambio menos del 0,1 por ciento de ese descomunal monto”, analizó.

La llegada de Máximo Kirchner fue aguardada por dirigentes de La Cámpora como Andrés “Cuervo” Larroque y Eduardo “Wado” de Pedro, entre otros.

Sin embargo, los policías a cargo de la seguridad dentro del perímetro de tribunales no les permitieron pasar el vallado que se instaló sobre la calle Letonia, cuando pretendieron ingresar por el mismo acceso reservado para Máximo Kirchner.

Tras una discusión, el grupo de unas 40 personas tuvo que esperar del otro lado la salida de Máximo, quien dejó Comodoro Py a las 10.08 en la camioneta y sin detenerse a saludar a quienes lo esperaban.

En el marco de este mismo expediente, este miércoles deberá presentarse a prestar declaración indagatoria la otra hija de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Florencia Kirchner.