“Tenía el compromiso del año pasado y no pensaba dejar de venir. Esta temporada la hubiese hecho, aunque sea, al aire libre si no se podían abrir los teatros, así que estoy mucho mejor de lo que podría estar, de como está la realidad y de como están muchos países. Tal vez estoy mejor que el diagnóstico que tenemos”. La reflexión es de Mauricio Dayub, el actor aclamado por su unipersonal El Equilibrista, con el que obtuvo el mayor galardón de la temporada el año pasado.

Incluso antes de aquel éxito, Dayub se había comprometido, junto con Carlos Rottemberg, a realizar una segunda temporada, este año. Y cumplió. Fue el primer estreno, aunque las condiciones no tuvieron nada que ver con lo esperado. Todo fue distinto, nuevo, hubo que aprender, cambiar, acostumbrarse, resignar. Pero para Dayub, la posibilidad de hacer lo que más le gusta, en la que considera una de las ciudades más lindas que conoce, lo vale.

A pocos días de iniciado el mes de febrero y tras decidir agregar funciones para el fin de semana largo de Carnaval, Dayub trazó un balance positivo, teniendo en cuenta la realidad incomparable en la que estamos inmersos.

“Enero fue parejo, estuve con 100 espectadores por función. No hubo ninguna diferencia entre una quincena y otra. En lo numérico es aceptable, permite ir a pérdida o no de acuerdo a la duración de la temporada”, indicó.

Obviamente reconoce que “no es el número esperado para ninguna de las propuestas que han venido o que podía venir y no vino, ni tampoco para los dueños de salas”.

Pero aclara que “teniendo en cuenta que estamos en pandemia y que hay una curva epidemiológica que estuvo por momentos muy complicada en el arranque de la temporada, es más que aceptable”.

De todas formas, para el actor que de miércoles a domingos se desdobla en distintos personajes en una obra que apela a la emoción, a evocar los vínculos familiares y los recuerdos, con una gran poesía, lo más importante en el balance es que “estoy pudiendo hacer el espectáculo más bello que hice en mi vida en una de las ciudades más lindas que conozco”.

“100 personas para mí es una noche hermosa, puedo compartir lo que más me gusta de miércoles a domingos. Cuando termina la función siento que la gente, si pudiera extenderme los brazos y tocarme y abrazarme, lo haría y a mí me pasa lo mismo desde arriba del escenario, con lo cual desde el punto de vista artístico, humano, la cantidad de espectadores está bien”, analiza.

Por otra parte asegura que “siento -y me lo hacen sentir los mensajes que recibo- que el hecho de que yo esté acá y que pueda mantener la temporada y seguir, implica una esperanza para un montón de gente que no lo está pudiendo hacer”.

Dayub entiende que en este contexto hacer comparaciones es complicado. “Si hacemos la comparación que deberíamos, que es comparar esta temporada con de donde venimos, que es del encierro, de no poder abrir los teatros, de no saber si se iba a permitir el ingreso del turismo, creo que estamos bastante mejor (de lo que se esperaba)”, entiende. Y agrega: “Creo que este es el arranque para ir hacia arriba y pasar del 30 al 50% (de aforo) e ir recuperándose de todo y que las cosas tomen un perfil más beneficioso para todos”.

“Hay muchos teatros que no han podido abrir, hay muchos actores que no se han podido subir al escenario, hay muchos productores que no están pudiendo producir. Por eso, teniendo en cartel un espectáculo como el que yo tengo, en el teatro en el que lo tengo y viviendo todas las noches lo que vivo, yo tengo que decir que la temporada va bien y que lo tengo que seguir haciendo. Desde ya, mientras tenga público voy a seguir estando en Mar del Plata”, asevera.

Dayub tampoco quiere arriesgar cómo va a ser la segunda parte de la temporada. “Me hubiera equivocado si hubiera arriesgado que enero iba a ser así. Históricamente tuvo una perspectiva que este año no tuvo, entonces, con esa prueba… no puedo. Podría remitirme a otras temporadas y esta temporada no es comparable con las anteriores. Tal vez se comporte de un modo como no imaginamos, como no pudimos saber tampoco que esta temporada iba a ser a pesar de que podíamos entender que podía ser difícil… hay que dejarlo venir a febrero”, indica. Y él lo dejó venir, con funciones de miércoles a domingos a las 21 y con dos funciones agregadas, el lunes 15 y el martes 16 de febrero, en el Teatro Mar del Plata.