Matemática: una deuda pendiente con la educación
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por Alejandro Finocchiaro
Estamos en un momento muy importante para la educación argentina. Por tercera vez realizamos la Evaluación Aprender en todo el país y, paralelamente, junto al presidente Mauricio Macri, a los ministros de Educación de todas las provincias y a los referentes técnicos que lo hicieron posible estamos anunciando el Plan Nacional Aprender Matemática.
Queremos que nuestros chicos se liberen de la “matefobia” que genera siempre esta asignatura. Y para lograrlo consideramos que el gran punto de inflexión está en la forma de enseñar. En el año 2016 nos propusimos evaluar para conocer, para disponer de un panorama de nuestra verdadera situación y desde ahí trabajar para corregir, mejorar y progresar. Queríamos saber cómo estaban nuestras escuelas, cómo aprendían los alumnos, cuáles eran nuestras debilidades y fortalezas. Y ocurrió que en los últimos resultados encontramos que un 66% de los estudiantes no entendía las clases de matemática.
El puntapié inicial lo dimos durante el último Consejo Federal, en el cual se aprobaron los Indicadores de Progresión de los Aprendizajes Prioritarios de Matemática, estableciendo cuáles serán los saberes que necesitan los chicos para pasar de grado o año con un gran consenso por parte de los ministros provinciales.
El Plan Nacional Aprender Matemática propondrá un cambio en la metodología utilizada a la hora de enseñar esta materia. No se trata de un cambio radical del método o de un nuevo modelo de enseñanza. Se trata de un proceso en el cual los docentes implementarán diferentes estrategias metodológicas para enseñar ciertos contenidos que a los chicos les dificulta el aprendizaje, entre ellos: proporciones, fracciones y ecuaciones. El propósito es abordar la Matemática de acuerdo a las necesidades del alumno, planteando problemas y procesos de experimentación de la misma, construyendo soluciones en conjunto y relacionándola con la vida real.
Desarrollaremos la asistencia técnica y la formación de docentes para transformar la práctica a través de la capacitación de 650 formadores. Comenzaremos la implementación en 10.000 escuelas de todo el país, 5.000 primarias y 5.000 secundarias. Estas instituciones fueron seleccionadas desde un enfoque multidimensional, buscando garantizar la equidad federal y social. Tomando como base no solo la información relevada por el dispositivo nacional de evaluación de los aprendizajes de los estudiantes, sino también teniendo en cuenta la trayectoria educativa y el contexto socioeducativo de las instituciones.
Este Plan no habría surgido sin los resultados de la evaluación Aprender. Por eso, desde el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología consideramos que debemos continuar evaluando para conocer qué debemos mejorar y seguir construyendo herramientas de diagnóstico escolar cuyos resultados sirvan para potenciar el desarrollo de cada escuela, del sistema educativo en general y de la República Argentina.
Aprender fue muy cuestionada por algunos, cayendo en el prejuicio de se hacía para cerrar escuelas o para penalizarlas. Además, se la criticó por la supuesta velada intención de generar rankings o castigos para los docentes. Sin embargo, quedó demostrado que todos estos preconceptos no solo son falsos -fueron derribados en cada evaluación que se ha tomado- sino que, por el contrario, hemos reforzado aquellas con vulnerabilidad educativa y de contexto social.
En este momento, aquellas voces intentan volver a cuestionar la evaluación debido al cambio en la frecuencia de aplicación, sugiriendo que se debe a razones económicas. Sin embargo, los números muestran que el presupuesto de la Secretaría de Evaluación Educativa aumentó un 23% en 2018. El único cambio es que este año, a diferencia de los anteriores, evaluaremos únicamente a los estudiantes de nivel primario y en 2019 nos enfocaremos en la secundaría.
Realizamos las pruebas en forma consecutiva durante dos años en cada nivel porque se requería instaurar confianza en la comunidad educativa en torno al sentido y uso de la evaluación. Este cambio en la periodicidad posibilita avanzar en la incorporación progresiva de nuevas metodologías y áreas a explorar.
Esperemos que la jornada de evaluación transcurra con normalidad y sin interrupciones. Aprender seguirá aportando información para la mejora educativa continua y visibilizando brechas de desigualdades como sucedió con la problemática de las trayectorias educativas en Matemática. Esta materia no puede ser ignorada en nuestras vidas, porque desde la computadora donde trabajamos hasta el teléfono celular en nuestros bolsillos, desde el vehículo que manejamos y hasta en cualquier otro elemento o dispositivo que usamos cotidianamente hay un fuerte componente matemático presente.
Estamos empezando a saldar una deuda pendiente que teníamos con la educación. Una deuda que estamos cumpliendo con planificación, con estrategia, con una mirada que apunta al largo plazo y redoblando nuestros esfuerzos para lograr que el acceso a los aprendizajes de nuestros chicos,sea cada vez más equitativo.
(*): Ministro de Educación de la Nación, abogado, doctor en historia y ex decano universitario.