Pese a que se registró un descenso en la desocupación y un incremento en la tasa de empleo, en el distrito de General Pueyrredon disminuyó el trabajo en relación de dependencia, lo que implica que no se genera empleo de calidad y que más de 70 mil trabajadores están en negro.

El dato surge del informe sociolaboral publicado por el Grupo Estudios del Trabajo del Centro de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata con datos del cuarto trimestre del año pasado.

El estudio señala que el mercado de trabajo de Mar del Plata “manifiesta una aparente mejora, aunque oculta ciertas dinámicas que se iniciaron a mediados de 2016”.

La tasa de actividad para el aglomerado Mar del Plata aumentó 1,5% en términos interanuales y llegó al 48,6%. Este valor es superior al registrado en el total de aglomerados, que pasó del 45,3% al 46,4%. Es decir que “la oferta de trabajo creció a nivel local y nacional y se ubicó en valores similares a 2011”.

A nivel local, esto se explica “principalmente por un mayor crecimiento en la participación de las mujeres que en la de los varones”. “En particular, el incremento de la tasa de actividad fue más marcado en las mujeres de 30 a 64 años y en los varones hasta 29 años”, agrega el informe. El proceso de aumento de la participación de las mujeres se da “desde mediados de 2016”, con el fin de “complementar los ingresos del hogar”, menciona. Y puntualiza: “Si bien en el cuarto trimestre de 2017 continúa esta tendencia de aumento para las mujeres, la diferencia con los meses previos es que ahora los varones también incrementaron su participación, con lo cual se estaría produciendo una reinserción de cierta parte de la población que se había quedado sin trabajo”.

La tasa del desempleo también mostró una mejora. Mientras la caída a nivel nacional fue del 7,6 al 7,2% (0,4%), en la ciudad descendió del 10,6 al 9,3% (1,3%). Son 3.000 desempleados menos que en el año anterior. Aun así, Mar del Plata sigue al tope del ranking.

“El descenso de este indicador –destaca el informe– se encuentra explicado por la menor búsqueda de empleo por parte de los varones. En este sentido, la tasa de desocupación de los varones cayó del 11,8 al 9,4%. En cambio, entre las mujeres aumentó levemente del 8,8 al 9,1%”.

La disminución más pronunciada de la tasa de desocupación (del 25,1 al 16,5%) se dio en los varones menores de 29 años.

Por su parte, la tasa de empleo registró un fuerte aumento: pasó del 42,1 al 44,1%, lo que implica 15.000 ocupados.

“Es decir, la caída de la tasa de desocupación estuvo explicada por el conjunto de varones menores de 29 años, dado que en el resto de los grupos etarios el indicador aumentó. Y el aumento de la tasa de empleo se explica por los varones jóvenes y las mujeres de 30 a 64 años, quienes continúan aumentando su nivel de ocupación”, resume el estudio.

La calidad, en foco

El Grupo Estudios del Trabajo pone la mirada en la calidad de los empleos. “Desde el año 2016, el porcentaje de asalariados dentro del total de ocupados se encuentra en los niveles más bajos”, advierte.

En el cuarto trimestre de 2017, “tan solo el 67,5% (187 mil personas) se encuentra trabajando en relación de dependencia”, lo que “tiene como contrapartida un aumento de los trabajadores por cuenta propia, que por definición forman parte del sector informal urbano de la economía”.

De esa población que trabaja en relación de dependencia, el 37,4% (70.200 personas) lo hace en empleos no registrados, “es decir, lo que usualmente se conoce como trabajo en negro”. Este valor, si bien es 2,9% más bajo que el registrado un año atrás, “representa un valor sumamente elevado”.

Por otra parte, la mayor participación de las mujeres en el mercado de trabajo “se da en actividades que se encuentran peor remuneradas y con condiciones de trabajo de menor calidad”. El estudio pone el ejemplo de lo que sucedió en el segundo trimestre de 2017, cuando “se registró un importante aumento de la proporción de asalariadas en servicio doméstico, llegando a más del 21% del total de los empleos en que se insertan las mujeres”.

“En definitiva -resume el informe- el descenso de la tasa de desocupación y el aumento de la tasa de empleo en el cuarto trimestre de 2017 estuvo explicado principalmente por el menor número de jóvenes varones que buscaban trabajo y que ahora están empleados. Sin embargo, estos son quienes se habían quedado sin trabajo hace un año, cuando más del 70% de los ocupados eran asalariados y un porcentaje importante de mujeres había aumentado su participación. Ahora, el trabajo en relación de dependencia disminuyó y un alto porcentaje continúa siendo trabajo no registrado; por ende, las ocupaciones creadas distan de ser de calidad”.

Para el grupo investigador, el mercado local de trabajo no está recuperándose, sino que “se está reconfigurando en un esquema de desprotección e inequidad entre mujeres y varones”.