El pibe Lucas Martínez Quarta, de 19 años, apodado “El Chino”, es una de las promesas de River Plate que en el amistoso contra Olimpia de Paraguay, sorprendió por su capacidad defensiva y su desdoblamiento para marcar “de palomita” el tercer tanto de un 5-1 inesperado, pero su gran mérito es haber llegado a Núñez desde el fútbol de Mar del Plata.

Hace un año sufrió fractura de peroné de la pierna derecha y se recuperó. El ex mediocampista Daniel Messina, volante derecho de River Plate y Huracán en los albores de la década del ’80, a cargo de la sexta división ‘millonaria’, lo hizo central, ya que había llegado desde Kimberley como mediocampista.

Iniciado en General Urquiza, después pasó a Argentinos del Sud antes de recalar en Kimberley, desde donde hace tres años dio el salto al fútbol grande.

De buena estatura (1.81 metros), con cosas de Germán Pezzella y Emanuel Mammana, el corpulento defensor nació hace 19 años en Capital Federal, pero siendo muy niño su familia se radicó en Mar del Plata.

Y cuando en 2013 lo probaron dejó contento al “mundo River”, algo que ahora repitió con el técnico Marcelo Gallardo, que subió a Primera a tres defensores de inferiores después de las distintas lesiones de Jonatan Maidana y Milton Casco.

Con Martínez Quarta subieron Facundo Medina, 17 años, lateral izquierdo, y Kevin Sibille, de la misma edad pero marcador de punta por derecha. También Luis Olivera, otro lateral izquierdo que ya jugó en Primera.

Jorge Gordillo, el “Tapón” que también fuera el lateral derecho con más títulos en River en ciclos cortos internacionales en los ´80, lleva más de diez años en las inferiores riverplatenses y justamente estuvo a cargo de la categoría ´96 a la que pertenece Martínez Quarta.

“El pibe Martínez Quarta pertenece a una categoría de los que ahora tienen 19 años y que contiene a grandes promesas. Los casos más sobresalientes son los de Sebastián Driussi, antes Emanuel Mammana, Augusto Batalla y el lateral Luis Olivera”, le confió el “Tapón” a Télam.

Martínez Quarta, de las inferiores Mar del Plata a la Primera de River. Otro caso que demuestra que en la ciudad hay grandes valores.