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Cultura 23 de mayo de 2020

Mario Bunge, un sabio ilustrado de cien años

Perfil del científico argentino que falleció en febrero último, a través de un libro que publicó Eudeba. Fue el especialista de habla hispana más citado. Era físico, ayudó a interpretar la mecánica cuántica.

Por Alejandro Manrique

 
El 24 de febrero de 2020 falleció en Montreal, Canadá, el físico, filósofo y epistemólogo argentino Mario Augusto Bunge, a los 100 años de edad. Unos ochenta libros publicados y más de quinientos artículos en revistas especializadas dan cuenta de una vasta producción que no permite encuadrarlo sistemáticamente, aunque podría puntualizarse que fue un filósofo materialista perteneciente al realismo científico.

Jubilado de la McGill University de Montreal a los 90 años, fue el científico de habla hispana más citado de los últimos dos siglos, reconocido con una veintena de doctorados honoris causa en universidades de todo el mundo. Sus filosos comentarios y argumentos le valieron críticas y detractores, especialmente en el mundo de las pseudociencias, a las que combatió firmemente y con valor.

Había alcanzado el siglo de vida el 21 de septiembre de 2019, mes en el que Eudeba (Editorial de la Universidad de Buenos Aires) le rindió tributo con un libro especial: “El último ilustrado. Homenaje al centenario del nacimiento de Mario A. Bunge”, volumen de 280 páginas producto de la iniciativa de Antonio Martino, profesor de Filosofía del Derecho quien es el compilador de la obra.

El título es más que apropiado para el homenajeado. La Ilustración, movimiento intelectual que se extendió por el continente europeo desde el siglo XVIII, estimuló el pensamiento crítico y científico desde el punto de vista filosófico. Y no sólo eso, sentó las bases de la democracia liberal, la independencia religiosa y los movimientos sociales que cambiaron decisivamente a la humanidad.

Esa temática encuentra en Mario Bunge a un pensador crítico sumamente riguroso y rebelde. Un filósofo cientificista, a la vez que completo y sistemático. Un intelectual que consideraba al conocimiento científico como superador de la ignorancia, la superstición y la tiranía para lograr un mundo mejor. Sus investigaciones e intereses no dejaron campo del conocimiento y del espíritu humano sin abordar: desde la filosofía de la ciencia a la filosofía política, desde la economía y la sociología hasta la filosofía de la mente. Y por supuesto la física, su formación original, en la cual destacó por sus contribuciones a la interpretación realista de la mecánica cuántica.

El libro es un merecido homenaje de una docena de autores hispanoamericanos quienes evocaron a Bunge con afecto y cariño con motivo de sus cien años de una vida plena de logros intelectuales y personales. Cada uno aprovechó para rescatar entrevistas, estudios específicos, desarrollos interdisciplinarios y reportes que tuvieron a Bunge y sus trabajos como elemento central y acaparador de todos los temas de la filosofía y de las ciencias en forma integral y exhaustiva, sin dejar de lado los asuntos del mundo moderno.

Amigos personales y colegas investigadores de muy variada formación profesional: desde biólogos, criminólogos, epistemólogos, filósofos, físicos, matemáticos, un ex-embajador de España y hasta un técnico administrativo. Éste último, filósofo aficionado español, hace un aporte sustancial al recopilar la bibliografía (1939-2018) más completa de Bunge hasta la actualidad, una compilación de más de treinta años y tarea ciertamente difícil si se tiene en cuenta su extensa obra clasificada en: artículos, cartas, entrevistas, libros, reediciones, traducciones, etc.

En el inicio de la introducción, el compilador del libro nos indica: “En 2019 acaecen muchas celebraciones pero hay dos que quiero destacar: la primera, el centenario de Mario Augusto Bunge, al cual está destinado este libro de homenaje. La segunda, el quinto centenario de la muerte de Leonardo Da Vinci. Si hay algo que los acomuna es la vastedad de los temas que han abordado, que comprenden la mayor parte de los argumentos de su época”.

Para luego agregar: “Lo característico en Bunge es el método científico. Sea que haya venido de una facultad de ciencia duras como las exactas, sea que esa es su inclinación fundamental, si hay un modo de reconocer a Mario Augusto es viendo el método científico que sigue y su lucha por la anticientificidad de la ciencia y la filosofía. Se ha ocupado prácticamente de todos los temas filosóficos desde la lógica hasta la metafísica…”

Esa colosal magnitud de su obra la expresó en el lenguaje de la ciencia, claro y sin ambages confusos en un intento de búsqueda de la verdad objetiva y racional. Bunge resumía la esencia de su filosofía y valores en una frase simple: “Disfruta de la vida y ayuda a otros a vivir una vida digna de ser disfrutada”. A sus 100 años, seguía escribiendo y publicando trabajos de manera infatigable, con una lucidez y agilidad mental notable hasta sus últimos días de vida. De gran cultura científica, filosófica y humanista, fue un intelectual preocupado por el conocimiento y las grandes causas del hombre, del humanismo y la justicia con equidad social.