“Olé, olé, olé, olé, Diego, Diego”, entonaron agitando las banderas argentinas y algunas de Boca los participantes del capítulo marplatense del 10M, la marcha para pedir justicia por Diego Armando Maradona.

La convocatoria lejos estuvo de las fotos multitudinarias de los encuentros realizados en otros lugares del país.

“Vamo`Diego´”, trataban de arengar algunos fanáticos que se dieron cita este miércoles  a la tarde, frente al monumento a San Martín, para pedir justicia y aclaraciones sobre la muerte del ídolo futbolístico, ocurrida el pasado 25 de noviembre.

Antes de la hora pautada, ya se habían montado alguno de los puestos de venta ambulantes (banderas a $300 y $500 y choripán y hamburguesas a $150 la unidad), mientras que algunos de los fanáticos comenzaron a llegar.

Con gorra y camiseta de Boca, Joaquín (23 años) se acercó para “pedir justicia por el ídolo nacional”, ya que a su entender “a Diego lo dejaron de cuidar, lo dejaron estar, fíjate que termino en una casa con baño químico. ¿Qué necesidad?”, se preguntó el joven que se hizo hincha boquense “por mi papá, que lo vio jugar en vivo en Argentina”.

A su lado, su amigo Facundo (35 años), también portando la camiseta xeneize, aseguró que llegó hasta el lugar “porque Diego era de otro mundo” y según su opinión murió porque “hubo negligencia, lo dejaron solo. Me parece una falta de respeto lo que hicieron con el ídolo”. Ambos amigos recordaron que también habían llegado hasta el lugar “el día que se murió, pobrecito, vinimos a poner una vela y a hablar con otros fanáticos”.

Apóstoles

Lionel (43 años) y Julián (40) son referentes en la ciudad de la Iglesia Maradoniana y para la oportunidad habían preparado unos posters con la foto de Diego Armando Maradona (DAM), a través de los cuales pedían “justicia”.

Julián, con camiseta de Gimnasia de La Plata y barbijo con inscripción “D10s” consideró que al ídolo nacional “lo mataron”. Con una camiseta vintage manga larga de Boca, Sergio (39) aseguró que recordaba las gambetas de Maradona en el mundial del `86 aunque “iba al jardín de infantes”. “Pero me acuerdo, igual que del `90. Creo que no lo cuidaron ni un poquito, aunque también pienso que se quería ir con don Diego y doña Tota”, dijo.

A pesar del paso del tiempo, no se sumaron demasiados fanáticos, aunque si cada auto que pasaba hacia sonar su bocina al detectar la concentración.

Mientras que uno de los fanáticos improvisaba algunas notas del Himno Nacional Argentina con su saxofón, Javier (37 años) llegaba con su hija Julieta (11 años) para “agasajar al ídolo, aunque nosotros somos de San Lorenzo”.

“Pero igual –arremetió- Diego era un ídolo nacional y no se merecía terminar así. Tiene que haber algún responsable, por eso pedimos justicia”.

Los cánticos se replicaban una y otra vez. “Yo lo vi jugar cuando volvió a Boca y en la Selección, era de otro planeta, Dios, por eso queremos saber qué pasó, por qué lo dejaron morirse como una perro”.

Cada fanático con su teoría, u opinión, se acercó para recordar al ídolo que ojalá descanse en paz.