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Opinión 23 de diciembre de 2017

Mar del Plata abandona la promoción de su parque industrial

Por Daniel Hugo Pérez, ex Decano Facultad de Cs. Económicas y Sociales – UNMdP, ex Secretario de Economía y Hacienda – M.G.P, integrante de “Construcción Popular”.                

A poco de conocerse los proyectos de ordenanzas fiscal e impositiva que acompañan al presupuesto 2018, enviadas por el ejecutivo municipal para su tratamiento por H. Concejo Deliberante, se advierte un marcado sesgo regresivo en la política fiscal que el gobierno municipal proyecta para el año entrante.

La regresividad en las tasas y derechos municipales proyectados para el 2018 se manifiesta con mayor claridad en la Tasa por Inspección de Seguridad e Higiene, es decir aquella que tributan empresas de distinta índole, comerciantes y prestadores de servicio, quedando exenta de la misma el ejercicio de las profesiones universitarias en forma personal e independiente, así como la actividad desarrollada por los martilleros públicos.

La actual gestión municipal, como lo he afirmado en otras oportunidades, ejercita una suerte de fundamentalismo presupuestaria. Dicho en otras palabras: el presupuesto debe cerrar o cerrar, a cualquier precio, con el agravante que en el proyecto a tratar por el deliberativo la mayor carga recae sobre los más chicos y débiles, como se verá en el devenir de esta nota.

Pero quizás este perfil regresivo de la política fiscal no sea el aspecto más negativo de la norma proyectada. En una Mar del Plata con una desocupación estructural siempre por encima de la media nacional, se impone llevar adelante políticas activas de modificación de su perfil producto induciendo y promocionando el asentamiento de empresas que generen puestos de trabajo. A ello apunto por décadas la creación y posterior ampliación de Parque Industrial Gral. Savio.

Es del caso aclarar que la radicación de industrias en este Parque Industrial, a diferencia de otros en la provincia de Buenos Aires, sólo contaba con medidas de promoción municipal, es decir no contaba con medidas de promoción ni nacional ni provincial. A pesar de ello, las políticas activas en materia de radicación de industrial de los distintos gobiernos municipales hasta la actualidad fueron logrando, con suerte diversa, el objetivo propuesto.

Hoy asistimos estupefactos al abandono total de la promoción de radicación de industrias en el parque industrial, a partir de la eliminación de la totalidad de exenciones que gozaban las empresas radicadas y a radicarse en el mismo. He aquí un breve resumen de las principales exenciones eliminadas en el proyecto de ordenanza enviado al cuerpo deliberativo: Tasa de Servicios Urbanos TSU (art. 248) Tasa por Habilitación de Comercio e Industria (art. 249) Tasa por Inspección de Seguridad e Higiene (art. 250) Tasa por Publicidad y Propaganda (art. 251) Tasa por Inspección Veterinaria (art. 259).

Un verdadero atentado a la radicación de nuevas industrias en el Parque Industrial en pos de un pretendido equilibrio presupuestario que, sin duda alguna, no servirá siquiera para atenuar los desfasajes financieros de la comuna agravados por la actual gestión.

A lo dicho se suma, como se insinuara al comienzo de la nota, un sesgo peligrosamente regresivo en las principales tasas municipales, a saber:

  • Tasa de servicios urbanos y contribución para la salud: Se ha modificado la carga impositiva de las categorías menores (1 y 2) que, se sabe, incluyen los inmuebles de menor valor en zonas periféricas, con un alto porcentaje de incobrabilidad. Es decir una carga proporcionalmente mayor a sectores de menores recursos.
  • Tasa por Inspección de Seguridad e Higiene: En el año 2017 la alícuota para aquellos que facturaban menos de 4 millones era del 0,6%, para los que facturaban más de 4 millones era de 0,8% y para los que facturaban más de 40 millones 0,9%. En el proyecto para el 2018 la alícuota para aquellos que facturen menos de 15 millones será de 0,6% y para los que facturen más de 15 millones será de 0,8%. Por lo tanto las categorías de menos de 4 millones y de más de 40 millones desaparecieron, viéndose afectadas las categorías más bajas, manteniendo los mismos porcentajes para las más altas y eliminándose la alícuota del 0,9 para aquellos contribuyentes que hasta el 2017 facturaban más de 40 millones.
  • Tasa por Inspección de Seguridad e Higiene: Se observa, sin justificación aparente una baja considerable para las categorías: Hoteles alojamientos: 2017 $ 6.667.- 2018 $ 2.000. Salas de exhibición condicionada: 2017 $ 8.800.- 2018 $ 2.500.-

Se aumentan considerablemente las categorías: Establecimientos dedicados a la extracción, elaboración, procesamiento de frutos y/o productos de mar, es decir la producción del puerto local, llegando a mínimos del orden de la $ 40.000.- dependiendo de la superficie del establecimiento.

  • Tasa por Inspección de Seguridad e Higiene: Los martilleros y corredores públicos con título universitario habilitante o asimilable a la profesión por ley nacional y los profesionales con título universitario que ejerzan profesión de forma individual, personal o autónoma quedan eliminados de la exención de la gozaban hasta el año 2017

Un análisis más exhaustivo y pormenorizado de los textos de los proyectos de ordenanzas, que con seguridad harán los Ser. Concejales, confirmará esta primera impresión respecto del sesgo marcadamente regresivo de la política fiscal del municipio para el 2018 y el abandono de todo tipo de promoción de radicación de industrias en el Parque Industrial Gral. Savio.

Es de esperar que, como sucedió con la pretendida eliminación de la exención a las salas de espectáculos, voces de alerta con verdadera visión de estado y proyecto de ciudad eviten el desatinado perjuicio que significaría para la economía del partido de Gral. Pueyrredon la aprobación de normas como las proyectadas.

 



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