Tomar el estereotipo y hacer de él una plataforma para el arte, o usarlo como mejor cuadre. En la muestra “Una mirada de mujer sobre la mujer”, que se desarrolló ayer en la Plaza del Agua para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, un grupo de artistas locales plasmó sus personales miradas sobre ese molde rígido y uniforme que representa la supuesta perfección del cuerpo femenino.
Propuesta simultánea, se llevó a cabo en varias plazas del país. Fue idea del colectivo de artistas Puntos Cardinales, oriundo de San Juan, y pretendió agrupar a las mujeres artistas en torno a un tema común: cómo hacer para romper el molde en el que se pretende meter a todo un género.
En Mar del Plata, treinta y siete maniquíes se ubicaron al aire libre. La idea fue sorprender al paseante con una muestra que puso de manifiesto diferentes aspectos, de acuerdo al tratamiento que hizo cada una de las artistas convocadas.
“Somos treinta y siete artistas que trabajamos sobre un maniquí, como una estructura dada, estereotipada que debe cumplir con determinado canon. La idea fue trabajar sobre ese soporte contando un poco cuáles son las experiencias, las realidades, los sentimientos de cada una de las mujeres, más allá del físico”, señaló a LA CAPITAL Adriana Lasarte, coordinadora de la propuesta en Mar del Plata.
Autora de una obra que juega con el rol idealizado de la mujer, a partir de una sirena, Lasarte explicó que desarrollar la obra sobre un maniquí supuso trabajar sobre un objeto “socialmente repetido”. “Vidriera a vidriera, si te ponés a ver los negocios vas a ver que tienen la misma estructura, el mismo talle, las mismas proporciones, lo que también provoca la angustia de las adolescentes y de las mujeres en general que no encajan en ese canon”.
Justamente, cada artista desarrolló diversas técnicas a partir de diferentes conceptos. La mujer vinculada a la naturaleza, la mujer madre, la mujer política, la mujer asociada a las flores, la mujer niña que muta a jovencita, la indígena, la deseada, la mujer rota o la mujer estética, entre muchos otros conceptos estuvieron presentes en la exposición.
En “La noche desanuda su bagaje de cielo y mar”, Bettina Fertitta trabajó con la abstracción, tal como lo viene desarrollando en sus dibujos. Con técnicas mixtas que incluyeron fibras indelebles y acrílico, la creadora recargó su abstracción en la zona del pecho de su maniquí. “Simboliza las emociones y la sensibilidad femenina”, dijo.
Por su parte, Mariel Polinotto decidió vincular una poema de Federico García Lorca con la imagen de las flores. Elaboró Ave Rosa, un maniquí intervenido con pequeñas rosas de tela.
“Hay temáticas que pueden abordarse siempre de diferentes maneras, porque cada artista proviene de lugares artísticos diferentes: hay fotógrafas, ceramistas, artistas de la vitrofusión, pintoras, grabadoras, escultoras, eso da una gran variedad en el momento de representar una problemática que puede ser común”, agregó Lasarte, entusiasmada, igual que sus compañeras, por participar de la experiencia.
Intervinieron, además de las mencionadas, Alicia Arigós, Norma Arteaga, Patricia Avila, Carolina Bagnato, Jazmín Belga, Mónica Cángaro, Ceci Catoi, Alicia Dauverné, Luciana Diez, Rebeca Ferraresi, Leonor Fittipaldi, Blanca Frías, Norma Gamalero, Silvia García, Andrea González Soto, Alicia Grebol, Solana Guangiroli, Gabriela Gutrecht, Laura Ibañez, Mónica La Rama, Cristina Lombardi, Mónica Losada, Cecilia Moreteau, Lilian Muelas, Cristina Oneto, Gabriela Padin, Nancy Puertas, Mariana Rodríguez, Gladis Rousseau, Laura Serrano, Susana Verón, Lali Vitali y Nancy Zaya.