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Deportes 3 de marzo de 2017

Mamarracho

por Vito Amalfitano

Si se demoró un mes el comienzo del fútbol oficial 2017, si esta crisis la provocaron a propósito en junio del año pasado cuando interrumpieron las elecciones y extorsionaron con la demora de los pagos correspondientes a la televisación para demonizar el Fútbol para Todos, ¿por qué tanto interés ahora por apurarse a que justo este fin de semana arranque la actividad sí o sí?

El Fútbol para Todos ya no está en el Presupuesto Nacional. Pero sí los más de 2000 millones destinados a publicidad oficial que eran los que se volcaban antes al fútbol. No es que con los 350 millones que llegaron bien tarde le iban a pagar a los docentes, una de las burdas falacias que circula por estas horas.

El dinero que aun no está en el bolsillo de los futbolistas,- porque después de meses de “bicicleta” el supuesto depósito llegó sobre la hora-, también es, en muchos casos, para laburantes a los que les cuesta arañar el fin de mes. De hecho una muy buena nota del periodista Cristian Castrillón, de Clarín Deportivo, a comienzos de semana, expuso la situación muy complicada de jugadores del ascenso que tuvieron que salir a hacer “changas” de albañil o literalmente ir a buscar trabajo porque no tienen para darle de comer a sus hijos después de cuatro o cinco meses sin cobrar sus sueldos.

Cada uno tendrá que asumir su cuota de responsabilidad. Los clubes que gastaron más de lo que podían existen desde hace décadas. Julio Grondona lo manejó con su muñeca discrecional desde antes del contrato de Fútbol para Todos. Pero la AFA siempre fueron los clubes y siempre hubo dirigentes responsables y de los otros.

En este caso hubo una irresponsabilidad mayor, de quien debía pagar lo que correspondía por contrato, e irresponsabilidades varias, y de vieja data, de varios directivos de clubes. Todos jugaron con fuego. Pero de ninguna manera se puede demonizar ahora a los empleados o sus representantes sindicales, como ocurre también hoy en otros rubros.

La conciliación obligatoria no fue para intimar a los empleadores y sí a los empleados, que en este caso nunca fueron los incumplidores. Se entiende con el espejo en otros conflictos: quien dicta la conciliación para el fútbol está de los dos lados del mostrador.

Lo de las últimas horas fue un mamarracho sin antecedentes. Retirar el “fondo solidario” al no poder jugarse suena a extorsión. “Solo se lo damos si la fecha va este fin de semana….” Y después de un mes de demora por errores propios, la insistencia para que se juegue la fecha de cualquier manera, cuando ya los partidos de viernes y sábado eran imposibles programarse, solo admite una explicación. La presión de bien arriba era para que las camisetas de Boca y River salten a la cancha mañana sí o sí. Y para que con eso y los comentarios futboleros de domingo y lunes, más los de este conflicto, se traten de tapar las otras cuestiones acuciantes que se vienen los días 6, 7 y 8. Te la debo.