Luzparis: “Nos corrimos de la ciencia ficción pero no así del reclamo social”
La banda marplatense lanzó el simple el año pasado, en plena pandemia y en formato cassette. Diego Montoya analizó similitudes y diferencias con su anterior trabajo, "La invasión".
Desde enero de 2019 los Luzparis no se suben a un escenario. La espera de la oportunidad de volver a tocar, revisitar sus canciones más conocidas, mostrar en vivo por primera vez, el simple “El fuego”, que lanzaron en 2020 y cómo suena la banda con su nueva formación, tiene a sus integrantes “cebados”.
Diego Montoya, Rubén Montoya, Matías Arano y Sebastián Quintanilla tenían una fecha pautada para el mes de julio, junto a sus amigos de Altocamet y a Romina Lee, que por las condiciones sanitarias no se pudo concretar. De todas formas, como banda continuaron dando rienda a su creatividad, al trabajo en estudio, a la exploración sonora que los caracteriza.
La banda tiene 20 años de historia y un recorrido que incluye el disco “Dormir con el ruido de la lluvia” (2007, independiente), “Tierra de conejos” su segundo disco, totalmente instrumental, producido por Canu Valenzuela (Altocamet) y lanzado por Desde el mar discos, que luego fue editado en formato vinilo y acetato 12” por el sello independiente Litch-ung de Alemania, la participación en el disco “Benefiets for Japan”, compilado internacional a beneficio de Cruz roja japonesa y las víctimas del Tsunami, hasta La Invasión, su tercer disco, digital y en vinilo, cuyo Clip captó la atención en festivales internacionales de cortometrajes y videos en países como Francia, Bélgica, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania.
“En El Fuego, nos corrimos un poco de la ciencia ficción pero no así del reclamo social”, definió Diego Montoya, también productor (Desde el mar) y referente del TRImarchi y el Club Tri, en una charla con LA CAPITAL, en la que trazó un balance a 20 años de la banda y los nuevos caminos musicales que está emprendiendo.
-Se cumplieron 20 años desde los orígenes de Luzparis. ¿Qué sienten mirando ese recorrido, desde lograr el primer disco independiente 7 años después, a hoy?
-La verdad que solo podemos sentir mucha alegría. Siempre hicimos la música que nos gusta, y creo que con los años fuimos afinando nuestro sonido, intentando darle una personalidad, en tantos años los gustos cambian y tratamos de no aburrirnos a nosotros mismos e intentar generar nuevas formas de componer o relacionarnos en lo musical.
Nuestra amistad está intacta, si hoy nos seguimos juntando para hacer canciones o tocar en vivo es porque somos amigos y disfrutamos de estar juntos. Cuando nos aburrimos de tocar en vivo, nos seguimos juntando para escuchar música, comer algo rico, charlar, etc. Creo que eso es lo mejor que nos ha pasado durante este tiempo, aprendimos a no forzar nada y a disfrutar todo lo que hacemos.
Personalmente me siento muy contento con este recorrido, la cantidad de bandas y amigos que hicimos durante estos años, las ciudades que recorrimos. Solo podemos estar contentos y agradecidos por eso.
-¿Iniciaron una nueva etapa musical con su último simple, El Fuego? ¿Por qué caminos los está llevando la composición, el proceso creativo?
-El Fuego es un disparador nuevo para nosotros, la manera de componer esa canción fue bastante diseñada, pensada. A diferencia de muchas canciones que nacen de instrumentos armónicos como guitarras o pianos, esta vez decidimos que la piedra que dé inicio a la canción sea el patrón rítmico. Grabamos a Matías González dos días en estudio haciendo decenas de bases de batería, loops de un minuto y generamos un archivo de bases. De ahí nace El Fuego, de un segmento rítmico que nos encantó. Para nosotros es un proceso nuevo y súper desafiante, es una canción que no tiene guitarras y la distorsión pasa por otro lado. Es un desafío que está buenísimo y componer mientras se produce y graba la canción es algo que nunca habíamos hecho de este modo.
-Existe, no obstante, una continuidad conceptual con su anterior trabajo discográfico La Invasión.
-Totalmente. Creo que El Fuego es una síntesis de muchas de las cosas que son parte de La Invasión. La letra podría ser tranquilamente de una canción de La Invasión, quizás en El Fuego nos corremos un poco de la ciencia ficción, pero no así del reclamo social. Es ahí donde está el principal link con La Invasión.
Mirá acá la sesión en vivo de “El fuego”:
-La invasión tiene su versión en vinilo, El Fuego, en cassette. ¿Hay una nostalgia? ¿Esos formatos les remiten a un momento concreto, a algo de la materialidad de la que carece lo digital?
-Nos encanta el romanticismo de sentarse a escuchar un disco, y el formato físico tiene ese poder. Nosotros crecimos en los ’90 y la música prácticamente llegaba en formato físico, cassettes y CD.
Es genial poner un cassette o un disco, sentarse a escuchar, mirar la portada, leer la información técnica, etc. Sin dudas el cassette hoy solo tiene esa funcionalidad, en cuanto a sonido hoy hay formatos digitales que suenan mucho mejor. El disco de vinilo sí creo que tiene otra profundidad, hay algo en lo analógico que no sufre recortes, como si sucedía con el CD. Sinceramente no sé si es audible la diferencia entre los formatos digitales de buena calidad contra el vinilo, pero es muy lindo tener una portada en la mano, tomar un café y sentarse a escuchar música de esa manera.
Seguramente sigamos sacando formatos físicos, la verdad no lo sé, vamos yendo de a poco, el formato es algo que nos surge después de tener las canciones.