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Arte y Espectáculos 29 de noviembre de 2024

Luz Castillo, la protagonista de una historia de ficción que cuenta su vida

"Después del final", dirigida por Pablo César. El filme es parte de la Competencia Argentina de este Festival de Cine. Es una ficción que refleja la vida de esta mujer que es galerista y que se convirtió en actriz pasados los 80.

Luz Castillo.

Histriónica, Luz Castillo es galerista de arte, pintora, escritora, amante de la filosofía y, recientemente, actriz. El director Pablo César decidió construir una ficción con la historia de su vida y la eligió a ella, a sus 88 años, como protagonista. “Después del final” es la película que narra el camino de esta heroína, tal como la definió el cineasta.

La película, en la que también actúan Héctor Bidonde y Eleonora Wexler, es parte de la Competencia Argentina del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

Director y actriz, que están en esta ciudad y acompañaron cada una de las proyecciones, dialogaron con LA CAPITAL y contaron por qué era necesaria una película así.

“Yo siempre tuve la particularidad de vivir a contramano de la época en que me tocó vivir”, disparó Castillo. Criada con un padre amoroso que le enseñó a recitar las principales poesías castellanas, Luz encontró en las enseñanzas de su papá, que era andaluz y tenía una librería en Buenos Aires, un manera de ir por la vida.

“¿Qué padre a una hija de 10 años le dice ‘Casate grande, con un título universitario, independiente económicamente y habiendo conocido a muchos hombres’? ¿Qué padre decía eso en el año 45?”, se preguntó y asintió: eso mismo era lo que le decía su papá.

“Mi papá era un hombre diferente, yo no tuve mamá, ella se murió accidentalmente, era de Pringles. Mi padre me decía ‘No seas una señora, que son muy aburridas y son muy ignorantes'”, recordó. Por ese amor intacto a su padre es que la película es un homenaje a ese varón con el que también compartió el amor a la literatura.

El camino no siempre fue luminoso para Luz: sufrió reiterados abusos sexuales y encontró en el arte un modo de sublimar sus penas.

Primero, fue el dibujo; después, por medio del artista Eduardo Medici, conoció la expansión de su obra a través de la pintura. Y gracias a su marido, Alfonso Castillo, se convirtió en galerista cuando ya no pudo seguir pintando y vivió intensas depresiones.

“El arte me dio calor al corazón –indicó, con su voz profunda y una manera de comunicar honesta–. El arte me permitió desarrollar la necesidad de mostrar un mundo interior, porque yo enseñaba filosofía, pero en el arte era la dueña de ese mundo y de lo que quería expresar”.

Con su marido, un destacado fotógrafo, realizó exposiciones “en el mundo entero”: ella mostró pinturas y dibujos; él, fotos.

“Para mí, la de Luz es una vida ejemplar”, sintetizó César, quien es autor de dieciocho películas, todas realizadas en celuloide. “Es la vida de una heroína, se lo he dicho varias veces, es alguien que comienza su vida con episodios muy fuertes de abusos, que en la película están sugeridos. Pero ha tenido una historia de luchas”, agregó.

César conoció a Luz a través del libro de poemas recitados “Lorca x Luz”, que recibió por medio de un allegado. La voz profunda, “esa voz de sombras” como le dijo a la actriz el cineasta español Carlos Saura, lo conmovió profundamente. Quiso conocerla. Y al hacerlo quedó perplejo por el histrionismo de esta mujer que no se calla nada.

“Un día le dije ‘¿por qué no hacemos una película sobre tu vida?'”, contó y recordó que no fue sencillo dirigirla. “A Luz no le gusta repetir las escenas y en el cine estamos acostumbrados a repetirlas”. No obstante, la actriz aportó una rica improvisación en cada parlamento.

“Todas las escenas son en plano secuencia, es un estilo que me gusta”. Ese detalle no menor lo obligó a coreografiar cada escena y a planificar los detalles al máximo.

Las películas de César suelen unir “geografías, artes y culturas”. Algunos de sus filmes están realizados en África.
“En esta película la geografía está en Andalucía y aludimos al duende lorquiano para unir toda la ficción. Mi idea era mostrar el camino de una heroína, pero también se producen transformaciones, permanentemente hay sorpresas”, dijo el cineasta y adelantó que la historia tiene saltos en el tiempo. Pasa del presente a 1937 y termina conmoviendo a los espectadores.

“Ella dice en la película una frase que me parece importante: ‘El fracaso es lo que te enseña'”, comentó. Y Luz completó: “Siempre viví a mi manera, mis canciones preferidas son ‘A mi manera’ y ‘No me arrepiento de nada’. No cambiaría absolutamente nada de lo que viví. Hoy me quedan dos posibilidades: tejer una mantita mirando televisión y llorando o decir ‘lo que me queda de vida lo voy a vivir’. Porque para mí la vida es un puro presente, no cabe duda de que lo mío es el presente”.