Lucía Pérez murió el sábado 8 de octubre de 2016, cuando tenía 16 años. Esa tarde, Matías Farías, Juan Pablo Offidani y el fallecido Alejandro Maciel llevaron a la víctima a la sala asistencial de Playa Serena, donde ingresó sin vida. Farías, quien vendía droga principalmente a alumnos de secundaria, reconoció haber tenido ese mismo día sexo con la adolescente y haberse drogado con ella. Desde ese momento la familia de la víctima reclama justicia y la sociedad se hace preguntas que deberán ser contestadas en este segundo juicio que comenzará el martes: ¿Lucía Pérez fue violada? ¿Fue femicidio?

La investigación de la muerte de Lucía Pérez tuvo el peor de los inicios posibles por culpa de la fiscal María Isabel Sánchez, luego de que en la primera conferencia que dio del caso, para dar a conocer lo sucedido, dijo que la adolescente había sufrido una “agresión inhumana”, que había sido empalada y su cuerpo lavado, a raíz de un primer informe forense de la médico Carrizo. Todo esto sería luego desmentido por los peritos. Pero esa conferencia de prensa quedó enquistada en la opinión pública y altero los eventos venideros.

Desde entonces el caso de Lucía Pérez fue bandera de luchas justas, símbolo en marchas feministas y reclamos a la Justicia. “La fiscal Sánchez movió a un país. Y movió a un país a partir del dolor y del horror derivados de una mentira. Dando cuenta de un hecho atroz a partir de un mensaje en conferencia de prensa que no hizo más que provocar indignación”, habían escrito los jueces del Tribunal Oral N° 1 en la sentencia.

Fueron tales los errores cometidos por Sánchez en la investigación, que pidieron que la Procuración General de la provincia de Buenos Aires investigue cómo fue su intervención en el caso. Además, se disolvió la Fiscalía N° 8 y hoy Sánchez trabaja en una fiscalía de flagrancia.

En noviembre de 2018, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 condenaron a 8 de prisión por vender droga a Matías Farías y Juan Pablo Offidani, pero los absolvieron por los delitos de abuso sexual y femicidio. Esto llevó a que los jueces Facundo Gómez Urso y Pablo Viñas, también fueran investigados y en marzo serán sometidos a jury de enjuiciamiento.

La muerte de Lucía Pérez, la investigación y el primer juicio tuvieron tantos cuestionamientos que quienes intervinieron -perito, fiscal, jueces- quedaron en el centro de la opinión pública y sus carreras profesionales en tela de juicio.

Este martes, el Tribunal Oral N° 2 será el escenario en el que se desarrollará el segundo juicio por la muerte de Lucía Pérez, con especial foco en la perspectiva de género para interpretar lo que sucedió hace casi 7 años.

Interpretaciones enfrentadas 

Tras más de seis años, el centro de la discusión sigue puesto en la muerte de Lucía Pérez, en la interpretación de lo sucedido: si fue abusada sexualmente y luego asesinada o si su muerte fue por una descompensación causada por el consumo de estupefacientes y por la actividad sexual, consentida, mantenida con Farías. Es decir, la interpretación de si ocurrió en un contexto de violencia de género y si se trató de un femicidio o no.

Lucía Pérez tenía 16 años cuando el viernes 7 de octubre de 2016, a la salida de la Escuela Media N°3 -Juan B. Justo 600-, conoció a Matías Farías y le compró 100 pesos de porro dentro de una camioneta, que manejaba Juan Pablo Offidani.

El sábado 8 de octubre, pasadas las 8 de la mañana, Lucía y Farías comenzaron a escribirse por celular. El dealer bromeaba con la adolescente y la acusaba de “haberlo dejado tirado” la otra tarde y a la noche. La joven, le respondía que había terminado “re loca” con otra amiga y que por eso había “colgado” en responderle. La charla continuó hasta que la adolescente preguntó si podía volver a comprarle 100 pesos de marihuana.

Cerca de las 10.30 de la mañana, Farías, junto a su “compadre” Offidani, buscó a Lucía por la esquina de su casa del barrio Colinas de Peralta Ramos y la llevó a dar una vuelta para hacer la transacción de estupefacientes.

En el camino, Farías le insistió a Lucía para que esta vez sí fuera a su casa, algo a lo que la adolescente se había negado la tarde anterior. La invitación a la casa de Farías también incluía una “inocente” compra de facturas y Cindor y la adolescente finalmente aceptó a ir.

Offidani, en silencio, condujo la camioneta hasta Racedo 4825, del barrio El Alfar. Dejó a Farías y a Lucía solos en el lugar y se marchó.

Con el correr de las horas, Farías y Offidani se mantuvieron en contacto por mensajes de texto, al punto tal que el primero le pidió a su “compadre” que le comprara preservativos y que se los llevara a la casa.

Lucía y Farías estuvieron juntos en la casa de Racedo 4825 menos de cinco horas, en ese lapso, Lucía consumió marihuana y cocaína que fue provista por Farías, y tuvieron relaciones sexuales hasta que la adolescente murió por una descompensación.

Luego, cerca de las 15, Offidani llegó a la vivienda de Farías junto con Alejandro Maciel, quien era su terapeuta para superar las adicciones. Entre los tres hombres llevaron al cuerpo de la víctima hasta la sala de salud de Playa Serena, donde se constató la muerte.

Conclusiones de la acusación

• La relación entre Farías y Lucía era asimétrica. Farías proveyó la droga que consumía Lucía, quien era menor de edad y estaba en situación de vulnerabilidad frente a Farías.
• Farías y Offidani vendían drogas a menores de edad y captaban adolescentes a la salida de colegios.
• Lucía Pérez fue drogada y agredida sexualmente por Matías Farías, que la violó aprovechándose de que la menor había consumido los estupefacientes que le brindó. Esa actividad sexual brusca, sumada al consumo de cocaína, causó una asfixia tóxica, con congestión y edema pulmonar, lo que provocó la muerte de la menor.
• Lucía había consumido cocaína provista por Farías y no pudo decidir con plena libertad de conciencia lo que sucedió después. Sin dudas, no decidió en ningún momento morir luego de ser penetrada por Farías.
• Offidani tuvo una participación directa en la muerte de Lucía Pérez, ya que le brindó los medios a Farías para que éste pudiera estar a solas con la adolescente.

Conclusiones de la defensa

• Farías solía vender drogas, pero no se dedicaba a captar mujeres menores de edad.
• Offidani solo una vez lo acompañó en esa actividad y fue el día anterior a la muerte de Lucía Pérez.
• Lucía Pérez no fue agredida sexualmente, no hay lesiones de abuso y la muerte obedeció a las relaciones sexuales consentidas que mantuvo con Farías, la escasa alimentación desde la noche anterior y el consumo de cocaína.