No es la primera vez. Y quien esto escribe fue testigo. Cada vez que la Bombonera habló contra la conducción de Daniel Angelici en Boca se pusieron en marcha extraños mecanismos de reacción, con “aprietes” para silenciar a plateistas. Con métodos propios de la mafia.

Hasta hace un tiempo, incluso, eran un poco más sofisticados. Los “barras” se aparecían con chalecos fosforescentes verdes, como supuesto personal de seguridad. Pero resultaba difícil descifrar en que atentaba contra la seguridad una bandera que pedía por o defendía a Riquelme. Las hacían dar vuelta. Y de prepo, claro.

Hombres excedidos de peso y/o de músculos. Tiempos en los cuáles se buscaba cualquier excusa para no renovarle el contrato al máximo ídolo de la historia del club.

Que la “barra” cante para tapar al resto de los hinchas/ socios es más común en la era macrista. Se puede recordar aquella goleada de Boca a Lanús, cuando desde “La 12” buscaron tapar los cánticos en favor de Carlos Bianchi. Fue la tarde en la que después el entrenador dejó hablando solo en conferencia de prensa al ahora presidente de la Nación después que le faltara el respeto al técnico más importante de la historia del club.

Pero esto ya no es la “barra” cantando a favor de Macri, de Tevez o de Guillermo o tapando a los que cantan por Bianchi o por Riquelme. Esto es la “barra” metiéndose en otros sectores para amedrentar, asustar, silenciar.

Hay quien se animó a decir que se parecen a Benjamin Button, porque estos jovenes y conspicuos “hinchas” aparecen de repente en el sector de vitalicios. Los testimonios de socios en redes sociales sobre este lamentable episodio son contundentes. “En el PT se sentaron en primera fila al lado de la salida del tunel. Una señora fue a quejarse con la policia y no tuvo suerte”, dice Matías Barroca en Facebook. “Yo lo máximo que había visto en casi 40 años que voy a la cancha era a la barra gritando más fuerte para tapar, mini delegaciones de mercenarios repartidos por todas las tribunas no me lo imaginé nunca”, apunta Gabriel Gobelli.

“Alienten a Boca, no insulten al presidente”, “Hay que alentar al equipo, dejen de cantar giladas”, “Acá se alienta, no se putea a nadie”, algunas de las frases que se escuchan en los videos por parte de “barras” a plateistas tal como lo reconstruye, por ejemplo, la cuenta de Twitter del diario Olé. “Daniel Angelici debería iniciar una investigación para dilucidar qué hacía la barra brava apretando a los socios de #Boca durante el partido con #Lanus y garantizarles que no volverán a tener problemas. Estas lacras se movieron impunemente en la Bombonera”, dice, por su parte, el periodista de Clarín Daniel Avellaneda.

La evidencia es muy grande. Y también el contraste entre lo que no pudo tapar ni la tele hace dos semanas con insultos de todo el estadio y las voces mucho más acotadas para este otro partido con Lanús.

Quizá al presidente de Boca no le quede más remedio ahora que iniciar una “investigación”. Ya, por lo pronto, abrieron ese camino los organismos de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. Juan Pablo Sassano, titular de la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana, anticipó una denuncia. Será “pour la galerie” o parte de una interna desatada desde aquel micro que no supieron custodiar y que hizo que la final River – Boca se fuera a Madrid. Después de ese ridículo hasta tuvieron el desparpajo de hacer conferencias para anunciar por enésima vez “el combate a las barras bravas”. Empiecen por casa.

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