LA PLATA (Corresponsalía). – El 1° de diciembre comenzó oficialmente la temporada de verano en la provincia de Buenos Aires.

Para conocer las expectativas que los operadores y profesionales turísticos tienen con respecto a este verano que será atípico por la pandemia de Covid-19, LA CAPITAL dialogó con Facundo Álvarez, responsable de la delegación marplatense del Colegio de Profesionales en Turismo de la Provincia.

“Las expectativas para la temporada son buenas si tomamos los condicionantes que puede llegar a tener”, aseguró Álvarez.

Y añadió: “se trabaja intensamente para que a Mar del Plata venga cada vez más gente pero esto se tiene que equilibrar para no producir esa imagen tan buscada años anteriores de la ciudad, que es la imagen del hacinamiento”.

– ¿Cree que en la ciudad se reducirá la cantidad de turistas porque las familias decidirán no venir o por los condicionantes y protocolos impuestos?

– Creo que hay gente que se va a auto-limitar y no va a venir a dar esa imagen que nombraba de Mar del Plata, pero para las condiciones que impone la pandemia va a haber mucha gente y eso genera incertidumbre, tanto en Mar del Plata como en la región. Si bien hay un protocolo para cada instancia privada –e incluso también para regular la actividad en el espacio público de playa-, creo que falta cierta comunicación hacia el usuario. Los prestadores de servicios y los profesionales que estamos trabajando tenemos el conocimiento de estos protocolos pero falta que el usuario los conozca y los incorpore. Por el lado de los prestadores, incluso pensando en el Estado, creo que hace falta también cierta coordinación de cómo se van a dar los controles. En eso se cierne la incertidumbre de cómo va a suceder todo lo recreativo en los destinos de playa, y en la playa particularmente.

– ¿Considera que se irá ajustando sobre la marcha?

– Hay mucho que sí, sobre todo el tema de cuánta gente vendrá. Yo creo que eso es lo más incierto. Por más que sea un caudal reducido con respecto a años anteriores, va a ingresar mucha gente. En Mar del Plata en un fin de semana de temporada ingresan alrededor de 200 mil turistas; si ahora ingresan 100 mil o 150 mil esto ya significa un peso para la ciudad. Lo vimos en el último fin de semana (en referencia a los días 28 y 29 de noviembre). Y no hay forma de controlar esto más allá de la aplicación que se piensa utilizar.

“Hay cuestiones de fondo que en la vieja normalidad desatendíamos”

Este verano, producto de los recaudos sanitarios a tomar en el marco de la pandemia de coronavirus, el gobierno bonaerense dispuso que, para poder viajar por la Provincia, los turistas deberán completar el formulario que figura en el sitio www.argentina.gob.ar/verano o mediante la aplicación ‘Cuidar’.

Allí deberán ingresar los datos referidos al destino, la estadía y el alojamiento, entre otros.

– ¿Cree que este fin de semana largo funcionará como una prueba piloto de lo que será la temporada?

– Si fuese el fin de semana largo de cualquier otro año te diría que sí, pero yo creo que la temporada va a suceder un poco más adelante, incluso después de las Fiestas. Esta pandemia nos plantea algunas cuestiones: muchas que tienen que ver con la inmediatez y la emergencia y con ver cómo podemos resolverlas a partir del aislamiento, de la no propagación del virus y de poder brindar un servicio. Pero cuando buscamos la respuesta, nos damos cuenta también de que las soluciones están en las cuestiones de fondo que en aquella vieja normalidad por ahí desatendíamos.

– ¿Cómo cuáles?

– Pienso en el tema de la playa y en que lo que se está viendo ahora es que necesita una gestión, un manejo del recurso mucho más importante, no sólo de los balnearios, de la cantidad de playa pública y del aforo que tienen que tener ahora sino, además, de proveerla de cierta infraestructura necesaria: baños públicos, áreas de descanso, servicios y demás. Siempre dejamos que la playa se regule sola y ahora queda un poco más en evidencia que es necesario gestionar ciertos recursos importantes. Creo que es una temporada para pensar en las cuestiones de fondo y quizá también para pensar en el post-verano como una temporada turística.