Aunque no se denunciaron faltantes de determinadas mercaderías ni cuestiones estacionales, los precios de algunas frutas y verduras sufrieron intensos aumentos.

Muchos productos duplicaron su cotización, con el agravante de que algunos se producen en la zona.

Mientras que los verduleros aseguraron que los precios los regulan “desde el mercado frutihortícola”, los productores pidieron “cordura”.

“No se entiende por qué suben productos que hay, que no están en falta, y que son de la zona. Nosotros ponemos la cara ante el cliente, pero el que fija el precio es el intermediario, el puestero del mercado”, explicó Manuel, que desde hace dos años regentea una verdulería en la zona de Parque Luro.

Así, enumeró que “la bolsa de zanahoria, de 18 kilos, que costaba $800 antes de la cuarentena, ahora está a $1.200”. “El brócoli, que además se produce en la zona y hoy se come mucho, pasó de $400 a $600 el cajón que contiene 10 o 12 unidades”, siguió.

“Es un tema complejo porque nosotros no manejamos los precios pero somos los que ponemos la cara frente al cliente y ellos nos acusan a nosotros. Los precios se establecen en el Mercado (Frutihortícola), que es el intermediario, porque también es cierto que son pocos los productores que están ahí”, analizó Diego, con verdulería y frutería en el barrio Villa Primera.

Víctor maneja una camioneta cuya caja convirtió hace unos cuantos años en verdulería móvil y recorre diversos barrios de la ciudad. “Hubo mucha suba indiscriminada después de la cuarentena, es pura especulación, porque además la gente sale poco y no puede buscar precios”, advirtió.

Control

La lechuga manteca es otro de los productos de la zona que pasó de $200 a $500 la jaula, de unos 6 kilos aproximadamente. “Es inentendible que se produzcan estas subas en éste momento, porque no hay faltantes. Esta vez no se trata de oferta-demanda, sino de especulación”, coincidió Manuel.

La naranja fue protagonista de las quejas de los consumidores esta semana, ya que el cajón pasó de “$230 a $600 u $800”. “De los 17 kilos que trae, tenés que tirar un kilo y medio más o menos, porque son productos que no están en buenas condiciones. Y eso el puestero del mercado no lo contempla”, explicó.

Al tratarse de productos perecederos, muchos de ellos si no se venden en el día deben ser desechados y eso corre por cuenta del verdulero. “A veces le bajás el precio porque no los vendiste y preferís salir hecho antes que tirarlo o perder. Pero en este momento los aumentos son injustificables”, sostuvo.

El cajón de tomates, de 17 kilos, aumentó a “$500 y es todo de la zona, al igual que la papa, cuya bolsa (de 20 kilos) pasó a costar casi el doble, de $250 a $600. No se puede entender”.

“Los precios de todo se fueron al demonio y lo peor es que son verduras, como la papa, de la zona. Entonces ¿por qué lo aumentan si no se inundaron los campos a algo así? Son unos ladrones”, se quejó Víctor, a la salida de una verdulería céntrica.