Por Ramiro Melucci

Cuando mañana a la noche se abran las urnas el intendente Guillermo Montenegro estará tan pendiente del resultado local como de la elección que haga en Mar del Plata y la región el candidato a diputado nacional de Juntos, Diego Santilli.

La performance de la lista encabezada por el secretario de Desarrollo Productivo, Fernando Muro, le servirá de encuesta para las elecciones del 14 de noviembre, que serán el primer test electoral de su gestión.

Observará también el porcentaje de votos de la nómina auspiciada por su principal desafiante, Fernanda Raverta (que lleva en primer lugar a Virginia Sívori), y no le será indiferente el que obtengan nóminas cercanas ideológicamente a Juntos por el Cambio, como las de Avanza Libertad y Crear, lo que le permitirá tener una mejor perspectiva de cara a las generales.

Pero mañana a la noche, antes de mirar cualquier planilla, el jefe comunal concentrará buena parte de su atención en lo que ocurra con Santilli en Mar del Plata y la quinta sección electoral. El ex vicejefe porteño animará con Facundo Manes la interna más atrayente en la provincia de Buenos Aires.

El intendente acompañó Santilli en sus tres visitas a la ciudad durante la campaña. Es que el número de Mar del Plata es capital para incrementar las chances de éxito: representa más del 45% del padrón de la quinta sección, compuesta por 27 distritos.

Se trata, en general, de una jurisdicción de las marcadas como difíciles en el comando de campaña del PRO por el peso electoral que tiene el radicalismo en el interior provincial.

Una magra cosecha de votos de Santilli en la zona debilitaría a Montenegro en el engranaje interno de la oposición provincial, mientras que una buena elección lo fortalecería.

De ese resultado dependerá en gran medida lo que ocurra con su hombre de máxima confianza, el coordinador del Gabinete municipal, Alejandro Rabinovich, primer precandidato a senador provincial por la quinta sección, que mañana competirá contra el presidente del Concejo Deliberante, Ariel Martínez Bordaisco.

El que gane irá primero en la nómina y el que pierda, salvo una catástrofe (no superar el 30% de los votos de la interna), quedará tercero, ambos con chances de ingresar a la Legislatura provincial en noviembre.

Para Montenegro después de esta prueba será el momento de pensar en las posibilidades de fortalecer su bloque de concejales con miras a la segunda mitad de su mandato, al que ni los pronósticos electorales más optimistas le auguran una mayoría propia. También quedará para más adelante la discusión por la renovación del gabinete.